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Bruselas reduce el optimismo de Solbes sobre el crecimiento económico hasta el 2,7 por ciento

La Comisión Europea ha elevado al 2,7 por ciento el crecimiento del PIB para España en 2005, una décima por encima de sus cálculos anteriores, aunque dos por debajo de las previsiones del Gobierno socialista de Zapatero. Según las previsiones económicas de primavera publicadas por el ejecutivo comunitario, esta tasa se mantendrá también en 2006. Por lo que respecta a la Eurozona, Bruselas ha rebajado sus previsiones hasta el 1,6 por ciento y para la UE al 2 por ciento

L D (EFE) Las nuevas previsiones macroeconómicas de la CE señalan una reducción de la tasa de desempleo, aunque seguirá por encima del 10 por ciento (10,4 por ciento en 2005), una reducción de la inflación (2,9 por ciento) y unas finanzas públicas en equilibrio (0,0 por ciento en 2005), pero advierten sobre la evolución del comercio exterior.

El crecimiento en 2005 estará basado en una demanda interna "todavía alcista, que se desacelerará sólo marginalmente", debido a una "cierta moderación del consumo privado", lo que se traducirá en una "ligera desaceleración de las importaciones", según la CE. La demanda interna se verá sostenida por una creación de empleo "aún dinámica y las favorables condiciones monetarias y financieras", indica el informe, presentado por el comisario europeo para asuntos económicos y monetarios, Joaquín Almunia.

La CE prevé que el endeudamiento de los hogares siga aumentando, mientras que las altas presiones inflacionistas y el empeoramiento del sector comercial "pueden también afectar negativamente al poder de compra de los consumidores". Sin embargo, la formación neta de capital fijo "seguirá siendo alcista", apoyada por las inversiones en vivienda, "que se espera registren un fuerte crecimiento". La fuerte demanda final "se prevé que mantenga el crecimiento de las importaciones bastante por encima de las exportaciones", considera la Comisión Europea.

En cuanto al sector exterior, las previsiones apuntan a que tendrá una contribución negativa al crecimiento del PIB, en torno a 1,4 puntos porcentuales. Para 2006, el crecimiento del PIB se mantendrá en el 2,7 por ciento y los componentes de la demanda interna se espera que "sigan desacelerándose". La caída del consumo privado "no debería ser fuerte" y por tanto el endeudamiento de los hogares "debería seguir aumentado", agrega el documento. La todavía "gran diferencia" entre producción y demanda en el mercado inmobiliario podría "inducir una reducción del crecimiento en el sector de la construcción".

La prevista desaceleración de la demanda interna llevará a una moderación de las importaciones, pero "la persistente pérdida de competitividad, unido al flojo crecimiento que se prevé en los principales socios comerciales de España, "seguirá pesando en el crecimiento de las exportaciones". En conjunto, la contribución negativa del sector exterior, aunque será menor en términos absolutos que en 2005, supondrá 1,1 puntos porcentuales en 2006. Está previsto que el déficit comercial alcance el 7,7 por ciento del PIB en 2005 y que crezca hasta el 8,3 por ciento en 2006. Además, el superávit conseguido por algunos servicios, especialmente el turismo, que tradicionalmente han compensado el déficit en el comercio de bienes, es probable "que se estanque" durante el periodo estudiado, según la CE.

La creación de empleo en España "seguirá fuerte", con lo que las previsiones señalan que en 2005 se situará en 2,1 por ciento, mientras que en 2006 llegaría al 2 por ciento, "en línea con una actividad económica algo menos dinámica". Los nuevos puestos de trabajo se concentrarán en sectores "en los que la productividad es baja", especialmente construcción y servicios. En el sector manufacturero también se apunta una cierta recuperación, frente a la pérdida de puestos de trabajo entre 2002 y 2004. En definitiva, la tasa de desempleo se reducirá "marginalmente" durante los dos años estudiados y se prevé que en 2006 se sitúe "aún por encima del 10 por ciento".

La Comisión prevé que la inflación se reduzca a 2,9 por ciento en 2005 y llegue a 2,7 por ciento en 2006. Algunos factores estructurales y rigideces en el mercado laboral –sobre todo las cláusulas de revisión salarial– "parecen estar detrás de las presiones inflacionistas". En cuanto a la situación de las finanzas públicas, para 2005 se prevé una situación de equilibrio (0 por ciento), mientras que para el año siguiente –en un escenario sin cambio de políticas– se lograría "un pequeño superávit del 0,1 por ciento.
 
La deuda pública, por su parte, mantendrá su trayectoria descendente y las previsiones señalan que este año se reducirá hasta 46,5 por ciento y el que viene a 44,2 por ciento, siempre por debajo del valor de referencia del 60 por ciento establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

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