LD (EFE) Según los cálculos del Ejecutivo comunitario, la tasa de inflación española se situará al final de año en el 3,5 por ciento, con un diferencial de 1,3 puntos respecto a la media de la zona euro y de los 25. En sus previsiones económicas, Bruselas indica que el crecimiento español continuará impulsado por la demanda interna, mientras que las exportaciones seguirán débiles, por la continua erosión de la competitividad, consecuencia del elevado diferencial de inflación.
La Comisión reseña que, aunque el fuerte crecimiento del PIB justifica parte de ese diferencial, las rigideces estructurales de la economía española son también un factor clave. Así, apuntó a la insuficiente competencia en algunos sectores, y a las rigideces que siguen existiendo en el mercado laboral.
La Comisión reseña que, aunque el fuerte crecimiento del PIB justifica parte de ese diferencial, las rigideces estructurales de la economía española son también un factor clave. Así, apuntó a la insuficiente competencia en algunos sectores, y a las rigideces que siguen existiendo en el mercado laboral.
Preguntado por el elevado diferencial de inflación entre España y la zona euro, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, indicó que los mercados del gas y la electricidad son el "caso más significativo" de la falta de competencia en el mercado español.
La UE se recupera
El Ejecutivo comunitario presentó este martes, por primera vez, unas previsiones intermedias, entre las habituales de otoño y primavera, con cálculos sobre el PIB y la inflación para el año en curso en las cinco grandes economías de la Unión: Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España. Según los nuevos cálculos, se producirá una recuperación tanto en la zona euro como en la UE, con tasas de aumento del PIB del 1,9 y del 2,2 por ciento, respectivamente, frente al 1,3 y 1,5 por ciento registrados en 2005.
Los nuevos datos se basan en la hipótesis de un encarecimiento moderado del petróleo hasta el final del año y un tipo de cambio del euro frente al dólar estable en el nivel actual. La Comisión cree que la aceleración de la actividad económica en 2006 se apoyará en la mejora de la economía mundial y será la demanda interna la impulsora del crecimiento, aunque también mejorarán ligeramente las exportaciones.
A pesar de las claras expectativas de recuperación, el Ejecutivo comunitario incide en que no han desaparecido algunos riesgos a la baja, vinculados, sobre todo, a la volatilidad del petróleo -subraya que no se pueden descartar significativas subidas adicionales- y a los desequilibrios globales -los déficit corriente y comercial de Estados Unidos, principalmente-. Además, señala que los últimos indicadores económicos ciernen una "ligera sombra" sobre el optimismo reinante entre los empresarios.
Previsiones para Alemania, Francia, Italia y Reino Unido
A pesar de las claras expectativas de recuperación, el Ejecutivo comunitario incide en que no han desaparecido algunos riesgos a la baja, vinculados, sobre todo, a la volatilidad del petróleo -subraya que no se pueden descartar significativas subidas adicionales- y a los desequilibrios globales -los déficit corriente y comercial de Estados Unidos, principalmente-. Además, señala que los últimos indicadores económicos ciernen una "ligera sombra" sobre el optimismo reinante entre los empresarios.
Previsiones para Alemania, Francia, Italia y Reino Unido
La economía francesa acelerará su crecimiento, del 1,4 al 1,9 por ciento (una décima menos que la anterior previsión) y los precios aumentarán el 2 por ciento. Italia registrará un incremento de la actividad significativo, del 0,1 por ciento en 2005 al 1,3 por ciento, aunque menor de lo calculado por la Comisión en noviembre (1,5 por ciento), y la tasa de inflación se elevará al 2,1 por ciento.
A su vez, el Reino Unido, la única de las cinco grandes economías que no pertenece a la zona euro, crecerá una décima más de lo previsto en otoño, el 2,4 por ciento (frente al 1,8 por ciento de 2005) y registrará una inflación del 2 por ciento.