LD (EFE) Bruselas advierte del crecimiento imparable de la dependencia
energética de la UE respecto de las importaciones, la mayoría procedentes de regiones inestables. Si no se mejora la competitividad del mercado doméstico comunitario, en un plazo de 20 o 30 años, alrededor del 70 por ciento de las necesidades energéticas de la UE tendrá que satisfacerse con productos importados, frente al 50 por ciento en la actualidad.
Las reservas están concentradas en muy pocos países, de forma que la mitad del consumo de gas de los Veinticinco procede sólo de 3 países (Rusia, Noruega, y Argelia). Sin reformas, las importaciones de gas se incrementarán al 80 por ciento del consumo total en los próximos 25 años, advierte el Ejecutivo comunitario.
Para tratar de invertir la tendencia, el Libro Verde identifica seis áreas prioritarias para lograr los tres objetivos centrales que debería tener una política energética integrada: desarrollo sostenible, competitividad y seguridad de suministro. Estas propuestas serán debatidas por primera vez por los ministros de Energía de los Veinticinco el próximo 14 de marzo y constituirán el tema central de la cumbre de líderes europeos del 23 y 24 de marzo.
Por lo que se refiere a la seguridad energética, la Comisión propone que se cree un Observatorio Europeo de Suministro Energético y que se revise la legislación comunitaria sobre reservas de gas y de petróleo para asegurar que permitan hacer frente a emergencias como el corte de gas del pasado enero consecuencia de la disputa entre Rusia y Ucrania, y para garantizar la solidaridad entre los Estados miembros.
El aumento de las reservas estratégicas fue una de las prioridades del mandato de la anterior comisaria de Energía, Loyola de Palacio, pero los Estados miembros rechazaron sistemáticamente sus propuestas por miedo a perder soberanía en este terreno.