L D (Agencias) Bruselas entiende que este crecimiento sostenido podría verse ensombrecido por una serie de "riesgos", como "el alto endeudamiento de los hogares, el bajo crecimiento de la productividad, el persistente diferencial de inflación con la zona euro y, los cada vez más grandes desequilibrios en el sector exterior", que "reflejan el continuo deterioro de la posición competitiva de la economía española", advirtió el Ejecutivo comunitario.
Bruselas precisa que, pese a estos riesgos, no es "probable" una "desaceleración drástica de la actividad económica a corto plazo". No obstante, advierte de que "factores estructurales" como "una competencia insuficiente en algunas empresas de servicio público y en el sector servicios", junto con las "rigideces" del mercado laboral, mantendrán el diferencial de inflación con la zona euro en un 1%.
"El débil incremento de la productividad unido a la alta inflación seguirán siendo un lastre en la competitividad de la economía española", concluye. España cerrará este año con un 3,6% de inflación, cifra que se verá reducida al 3,3 % en 2006 y 2,6% en 2007 si la política monetaria se mantiene estable. Figura así entre los países que superan la media europea, que se sitúa en el 2,3% en 2005, 2,2 % en 2006 y 1,9 % en 2007, según los datos de Bruselas.
El sector exterior restará dos puntos al PIB en 2005
La Comisión dedica un apartado especial de su informe a la evolución del sector exterior español en 2006 y 2007 porque "merece una especial atención". La tendencia a la baja de los ingresos por turismo reducirá el superávit que registra el sector servicios, y que normalmente contrarresta el déficit en el comercio de bienes. Además, el déficit de rentas y transferencias se incrementará como consecuencia de dos factores: el aumento de las remesas de los inmigrantes y la reducción de las transferencias de la UE desde 2007.
Dado que está previsto que la inversión extranjera disminuya, la inversión de cartera representará la principal fuente de financiación del déficit exterior. El incremento constante de las necesidades financieras "podría presionar sobre la prima de riesgo, con posibles consecuencias negativas para los hogares españoles, que ya están altamente expuestos a una conmoción en los tipos de interés".
En 2005, el sector exterior restará casi 2 puntos porcentuales al crecimiento de la economía española. Las importaciones aumentarán un 7% en términos reales, mientras que las exportaciones sólo se incrementarán un magro 1%. Por todo ello, el déficit comercial alcanzará el 7,5% este año, mientras que la posición de préstamo neto subirá hasta el 6,3% (frente al 4,4% en 2004).
Se reduce la cuota de mercado de España
En 2006, el crecimiento de la economía española se desacelerará ligeramente hasta el 3,2%. Estará basado en una fuerte demanda doméstica ya que, pese a las expectativas de un aumento en los tipos de interés, la elevada inflación (de hasta el 3,3%), mantendrá los tipos de interés reales en negativo. Ello hará que el consumo privado continúe creciendo por encima de la renta disponible. Como resultado, la tasa de ahorro bajará por debajo del 8% y la deuda de los hogares se situará muy por encima del 100% de los ingresos disponibles.
La inversión se mantendrá fuerte, mientras que el crecimiento del sector de la construcción se moderará. Las importaciones disminuirán muy poco, mientras que el deterioro de la competitividad mantendrá las exportaciones muy por debajo de la media de la UE, lo cual "reducirá todavía más la cuota de mercado de España". Por consiguiente, el déficit comercial aumentará hasta el 8,5%, y la contribución negativa del sector exterior al crecimiento se situará en 1,5 puntos porcentuales.
En 2007, el crecimiento será todavía inferior, del 3%. Aunque los precios del crudo se mantendrán estables, las expectativas de tipos de interés más altos llevarán finalmente a unos tipos de interés positivos en términos reales, lo que provocará una pausa tanto en el consumo privado como en la inversión inmobiliaria. Aumentará el endeudamiento de los hogares pero pese a todo la contribución de la demanda doméstica al crecimiento será del 4,5%.
La desaceleración de la demanda doméstica moderará el incremento de las importaciones. Pero como no se esperan mejoras en la productividad ni en el diferencial de inflación con la zona euro, las exportaciones sólo crecerán un 2%, lo que llevará a mayores pérdidas en la cuota de mercado. Como resultado, el déficit comercial alcanzará un pico del 9% y restará 1,25 puntos porcentuales al crecimiento.