LD (EFE) El informe señala que no hay motivo de preocupación para la economía de los Doce en su conjunto, pero pide "especial cautela" a aquellos países en los que los precios inmobiliarios se han disparado en los últimos años -cita a España, Francia e Irlanda- y ha crecido el endeudamiento sin dejar de aumentar el consumo.
Bruselas incide en que la recuperación económica en la Eurozona siguió en el primer trimestre la senda de recuperación, después de la desaceleración de los últimos meses de 2005, gracias a la tendencia positiva de las exportaciones y, sobre todo, al impulso de la demanda interna, derivado de la recuperación de la inversión y del creciente dinamismo del consumo privado. Pero alude a la creciente exposición de las familias, sobre todo en algunos estados miembros, a los cambios en el precio de la vivienda y a posibles sobresaltos en la evolución de sus ingresos o en los tipos de interés.
De materializarse esos sobresaltos, agrega, los hogares, que están cada vez más endeudados, reducirían el consumo para equilibrar su situación financiera, lo que tendría efectos negativos sobre el crecimiento económico. Insiste en que los riesgos para el crecimiento de la Eurozona por el endeudamiento familiar son "bastante bajos en este momento", pero subraya que algunos países son más vulnerables a choques como una subida de los tipos, corrección de los precios inmobiliarios o revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento nacionales.
Así, los estados para los que la situación parece "menos benigna", según la Comisión, son aquellos en que el rápido aumento del endeudamiento ha ido acompañado de fuerte aumento del gasto privado y brusco encarecimiento de la vivienda.
Bruselas incide en que la recuperación económica en la Eurozona siguió en el primer trimestre la senda de recuperación, después de la desaceleración de los últimos meses de 2005, gracias a la tendencia positiva de las exportaciones y, sobre todo, al impulso de la demanda interna, derivado de la recuperación de la inversión y del creciente dinamismo del consumo privado. Pero alude a la creciente exposición de las familias, sobre todo en algunos estados miembros, a los cambios en el precio de la vivienda y a posibles sobresaltos en la evolución de sus ingresos o en los tipos de interés.
De materializarse esos sobresaltos, agrega, los hogares, que están cada vez más endeudados, reducirían el consumo para equilibrar su situación financiera, lo que tendría efectos negativos sobre el crecimiento económico. Insiste en que los riesgos para el crecimiento de la Eurozona por el endeudamiento familiar son "bastante bajos en este momento", pero subraya que algunos países son más vulnerables a choques como una subida de los tipos, corrección de los precios inmobiliarios o revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento nacionales.
Así, los estados para los que la situación parece "menos benigna", según la Comisión, son aquellos en que el rápido aumento del endeudamiento ha ido acompañado de fuerte aumento del gasto privado y brusco encarecimiento de la vivienda.