LD (EFE) Los análisis realizados por la Oficina Estadística Comunitaria, Eurostat, han constatado que Grecia proporcionó datos incorrectos desde 1997, que ocultaron el hecho de que había incurrido sucesivamente en déficit excesivos (por encima del 3 por ciento del Producto Interior Bruto).
La CE cree que la información proporcionada ahora por las autoridades griegas "ha permitido reducir considerablemente" los incumplimientos de las obligaciones con las normas comunitarias por parte de Grecia. Sin embargo, advierte de que es aún necesario tratar algunos problemas en relación con la comunicación y control de los datos relativos al déficit, por lo que ha anunciado que tiene la intención "de proponer medidas concretas para asegurar la credibilidad de todo el sistema estadístico" de la UE.
La CE cree que la información proporcionada ahora por las autoridades griegas "ha permitido reducir considerablemente" los incumplimientos de las obligaciones con las normas comunitarias por parte de Grecia. Sin embargo, advierte de que es aún necesario tratar algunos problemas en relación con la comunicación y control de los datos relativos al déficit, por lo que ha anunciado que tiene la intención "de proponer medidas concretas para asegurar la credibilidad de todo el sistema estadístico" de la UE.
El procedimiento de infracción contra Atenas tiene como objetivo que se corrijan los problemas detectados y que en el futuro no vuelva a repetirse una situación semejante, ni este país ni en cualquier otro. La Comisión Europea tiene la intención de proponer al Consejo de ministros medidas para mejorar la "gobernanza estadística, creando estándares que garanticen mayor independencia, integridad y responsabilidad" por parte de los estatutos nacionales de estadística, agregó. Dichas medidas también perseguirán aumentar el poder de Eurostat a la hora de controlar y verificar los datos que reciben de los países miembros.
La Oficina Estadística Comunitaria (Eurostat) señaló el pasado septiembre la existencia de irregularidades con los datos proporcionados por las autoridades griegas sobre el déficit desde 1997 hasta 2003, que permitieron que este se situara bajo el límite autorizado del 3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). La decisión del acceso de Grecia a la moneda única se produjo en el año 2000, con los datos dados sobre 1999, pero ahora se ha comprobado que en aquel momento el país no cumplía con los límites del déficit, aunque su entrada en el euro no se pone en duda.