LD (EFE) El anuncio fue realizado por el vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera, en una rueda de prensa en La Paz, tras conocerse la preocupación del mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y de los ejecutivos de la compañía afectada.
"Estamos dejando en suspenso temporalmente una resolución ministerial como una señal para avanzar en el diálogo" con Petrobras, indicó García Linera, en ejercicio de la Presidencia de su país debido a la ausencia del país del presidente Evo Morales.
El martes pasado, el Ministerio de Hidrocarburos autorizó a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tomar el control absoluto de la comercialización de crudo y sus derivados, lo que equivale a quitarle ese negocio a Petrobras, propietaria de las dos plantas de refino más grandes del país.
"Estamos dejando en suspenso temporalmente una resolución ministerial como una señal para avanzar en el diálogo" con Petrobras, indicó García Linera, en ejercicio de la Presidencia de su país debido a la ausencia del país del presidente Evo Morales.
El martes pasado, el Ministerio de Hidrocarburos autorizó a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tomar el control absoluto de la comercialización de crudo y sus derivados, lo que equivale a quitarle ese negocio a Petrobras, propietaria de las dos plantas de refino más grandes del país.
García Linera dijo que había decidido "congelar" la resolución ministerial "para facilitar las negociaciones" y añadió que la reposición de la norma "dependerá de cómo evolucionen" esas tratativas. El mandatario aclaró que el Gobierno boliviano tiene la esperanza de que esa renegociación sea la que se imponga y que el levantamiento de la orden a YPFB no equivale a un retroceso en la nacionalización de los hidrocarburos, decretada el 1 de mayo pasado. "La nacionalización va, no se detiene. Lo que estamos viendo son los tiempos para la aplicación en consenso y acuerdo con las empresas", puntualizó.
García Linera ratificó que el plazo de la nacionalización es el 31 de octubre y reiteró su confianza en que, "mucho antes, tendremos claridad respecto a la aplicación de esta medida", que afectó a la docena de trasnacionales que operan en Bolivia, entre ellas la hispano argentina Repsol YPF. Sin embargo, expresó su deseo de que las tratativas entre las dos petroleras estatales sean retomadas "lo más pronto posible", sea en territorio brasileño o en el boliviano.
Respecto a la posibilidad de que Brasil decida acudir a un tribunal de arbitraje para resolver el conflicto, la autoridad dijo que el gobierno socialista boliviano conoce de ese riesgo y lo asumirá en caso de que se presente. "Sin transigir los principios (de la nacionalización), preferimos ir al arbitraje", sostuvo. El vicepresidente también recalcó que Bolivia está asumiendo gradualmente el control de la cadena de hidrocarburos y que las plantas de refino de Petrobras no han dejado de operar. Fuentes del Ministerio del sector también desmintieron rumores de que esas instalaciones habían sido ocupadas por tropas militares.