LD (EFE) Tras intervenir en el Consejo Europeo, Borrell resaltó la paradoja de que los presupuestos de 2006, aprobados por el pleno del PE, prevean un nivel de gasto del 1,09 por ciento del PIB para Veinticinco Estados miembros. En cambio, la Cumbre negocia una propuesta, la de la Presidencia británica, que fija el presupuesto del periodo 2007-2013 en el 1,03 por ciento, y además no para 25 si no para 27 Estados miembros, dada la adhesión de Rumanía y Bulgaria prevista para 2007.
"No se puede seguir aumentando el continente y disminuir el contenido, no podemos seguir teniendo más europeos y cada vez menos Europa", dijo Borrell, quien advirtió a los mandatarios de que "esta carrera” de “a ver quien plantea el presupuesto más pequeño" trasmite a la ciudadanía la percepción de que "Europa es un problema, más que una fuente de soluciones".
"No se puede seguir aumentando el continente y disminuir el contenido, no podemos seguir teniendo más europeos y cada vez menos Europa", dijo Borrell, quien advirtió a los mandatarios de que "esta carrera” de “a ver quien plantea el presupuesto más pequeño" trasmite a la ciudadanía la percepción de que "Europa es un problema, más que una fuente de soluciones".
"Es posible que piensen que a fin de cuentas los diputados cederán a las presiones de los gobiernos y acabarán aceptando cualquier acuerdo del Consejo. Bien, pues eso ya no funciona”. Borrel no quiso hablar de "veto", sino de un "desacuerdo", dado que la Comisión y la Eurocámara ya han fijado su posición sobre las nuevas perspectivas financieras, y es el Consejo el que aún no ha definido su posición.