"No se puede demonizar el sector del ladrillo con carácter general. Nuestro país necesita construir 200.000 viviendas al año, no 900.000 como se venían construyendo. Por tanto, se trata de racionalizar un sector que tiene que seguir pesando en nuestra economía, pero no para hacer especulación, dinero fácil, de forma rápida, que era lo que venía sucediendo hasta ahora. Se trata de introducir racionalidad".
Aunque cueste creerlo, estas palabras fueron pronunciadas este martes por José Blanco, vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento. Se olvida de que ha sido precisamente el Gobierno el mayor crítico con el sector del ladrillo. Al principio de la crisis el Ejecutivo culpó al mercado y a la política realizada en EEUU por George W. Bush, pero cuando se le agotó el argumento decidió atacar al sector de la construcción.
En concreto, el pasado 12 de enero, el Gobierno admitió que la crisis económica española es particular de nuestro país y que no ha sido generada por la tormenta financiera internacional, sino por el desequilibrio en el patrón de crecimiento de la economía excesivamente basado en la construcción. Así lo señalaba el Plan E de propaganda oficial. Desde entonces, esta afirmación se repitió como si fuera un mantra sagrado por los miembros del Ejecutivo. Posteriormente, ministros como el de Trabajo, Celestino Corbacho añadieron al cóctel de culpables la "avaricia" y los "especuladores".
De hecho, el propio José Blanco acusó al ex presidente José María Aznar de ser responsable de la crisis española por dejarla "con mucho colesterol", en referencia a la burbuja inmobiliaria.
Pacto anticrisis
En cuanto a la propuesta anticrisis presentada por el Gobierno, el ministro manifestó a los periodistas durante su visita a la nueva terminal del aeropuerto de Málaga, que se inaugurará el próximo 15 de marzo, que hay que profundizar en lo que se está de acuerdo y abogó por "dejar a un lado las discrepancias", informa Europa Press.
"Saludo que el PP haya manifestado que comparte alguna de las propuestas que hemos formulado, saludo que diga que alguna es parecida a la que ellos habían formulado", señaló Blanco, y añadió que este hecho muestra "sin lugar a dudas la voluntad" del Ejecutivo de llegar a acuerdos "a partir de todas aquellas propuestas e iniciativas que son positivas para España".
A su juicio, nadie entendería que la política no "saludara" un proyecto -el presentado por el Gobierno Central- "que es saludado por los agentes económicos y sociales y que tiene como objetivo fundamental recuperar el crecimiento de la economía y facilitar crédito a las pequeñas y medianas empresas y a los autónomos". "Era un grito que estaba llegando permanentemente y al que no habíamos dado todavía respuesta", aseveró.
Para el responsable de Fomento, el camino que se ha empezado a recorrer se puede mejorar con las propuestas del resto de formaciones "y enriquecer con el debate". "Mañana vamos a hacer ese esfuerzo inicial para dar un impulso importante a un acuerdo que necesita el país", concluyó.
El pasado lunes, el Gobierno remitió a los grupos de la oposición un conjunto de propuestas concretas para negociar en el marco del acuerdo político para la recuperación del crecimiento económico y la creación de empleo, en el que plantea aplicar incentivos fiscales a la rehabilitación, el transporte y mejorar la financiación de las empresas a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), que concederá créditos directos por importe de hasta 200.000 euros; entre otras.
Blanco pide ahora "no demonizar" el sector de la construcción
“No se puede demonizar al sector del ladrillo”. Con estas palabras, José Blanco ha defendido al Gobierno y el Plan anticrisis y que apuesta por la construcción como una de las claves para la recuperación económica. Se olvida de que ha sido el Gobierno el mayor enémigo del ladrillo.
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