LD (EFE) Rusia exporta a través de los oleoductos bielorrusos unos 70 millones de toneladas anuales de petróleo, en su mayoría con destino a Polonia y Alemania. Este país impuso el pasado 8 de diciembre aranceles a la exportación de petróleo a Bielorrusia de 180,7 dólares por tonelada, aduciendo que Minsk refinaba el crudo ruso y se lo revendía a otros países europeos a precios de mercado. En respuesta, Bielorrusia propuso compartir los aranceles a la exportación, pero Rusia aún no ha respondido a la oferta. En represalia por la medida anunciada por el gigante ruso, el país vecino ha respondido con nuevos aranceles, estos impuestos a la salida del oro negro hacia Europa.
El primer ministro bielorruso, Serguéi Sidorski, ha señalado que, de hecho, desde el pasado 1 de enero ya rigen unos aranceles de 45 dólares por cada tonelada de crudo ruso que cruza la frontera, informó la agencia oficial Belta. El ministerio de Economía y el servicio de Aduanas de Bielorrusia han informado ya de las nuevas medidas arancelarias a las autoridades rusas. El consorcio estatal bielorruso Belneftekhim ya suspendió el 30 de diciembre todos los contratos de compra de crudo firmados con compañías rusas.
El año pasado las petroleras rusas suministraron 19,3 millones de toneladas de crudo a Bielorrusia, que satisface menos de la mitad de sus necesidades energéticas por lo que su economía es muy dependiente de los suministros de gas y petróleo de su vecino. Lukashenko, el gran valedor del proyecto de unión estatal con Rusia, acusó este miércoles al Kremlin de "adoptar medidas económicas y comerciales hostiles" y aseguró que había llegado la hora de "exigir a Rusia que cumpla sus promesas". "Si esto no ocurre, tendremos todo el derecho a reaccionar en consecuencia y con total libertad. Quiero decir en relación al tránsito del crudo ruso y sobre el pago de los terrenos donde se encuentran emplazados los oleoductos", señaló.
El presidente bielorruso, en el poder desde 1994, anunció que ha instruido a su Gobierno para que "presente a Rusia propuestas sobre el pago de todo lo que recibe gratuitamente, desde instalaciones militares al tránsito para la exportación". Lukashenko subrayó que las autoridades rusas habían prometido que el asunto de los aranceles al petróleo "se solventaría nada más se alcanzara un acuerdo sobre las tarifas del gas". Sin embargo, agregó, "este asunto sigue sin solucionar". "Si Rusia está ahogada en petrodólares y divisa extranjera y han decidido desquitarse con nosotros y ponernos condiciones peores que a Alemania y otros países europeos, pues pidamos a la rica Rusia que pague por los servicios que le prestamos", señaló.
Tras varios días de alta tensión, la corporación rusa Gazprom y la bielorrusa Beltransgaz alcanzaron dos minutos antes de la llegada del nuevo año un acuerdo para el suministro de gas durante los próximos cinco años. A pesar de que la tarifa base son 100 dólares por cada mil metros cúbicos de gas, la más baja entre todas las repúblicas ex soviéticas, Lukashenko calificó hoy el acuerdo de "desventajoso" para Bielorrusia. El presidente ruso, Vladímir Putin, garantizó personalmente a Lukashenko el suministro de gas a bajo precio antes de las elecciones presidenciales de marzo del pasado año, en las que el líder bielorruso resultó reelegido.
La Unión Europea observa
El Grupo de Coordinación del Gas, que reúne a expertos de los gobiernos de la UE, de la Comisión y del sector energético, examina este jueves el impacto que el acuerdo entre el consorcio ruso Gazprom y Bielorrusia producirá sobre la seguridad del suministro del combustible ruso a la Unión. La reunión del Grupo tiene como objetivo examinar "la crisis que al final no fue", gracias a la firma, el pasado 1 de enero, de un acuerdo entre Gazprom y Bielorrusia para el suministro de gas durante los próximos cinco años.
Las diferencias entre Moscú y Minsk sobre los precios del gas hicieron temer una repetición de la crisis desatada el año pasado entre Rusia y Ucrania, que al igual que Bielorrusia es un país de tránsito para el combustible ruso que se exporta a la Unión. La reunión, a la que han sido invitados expertos rusos y bielorrusos, también evaluará las consecuencias de la decisión del Gobierno de Minsk de imponer elevados aranceles aduaneros al petróleo ruso que transita por su territorio.
Según las fuentes comunitarias, aunque la decisión "no ayuda a calmar los ánimos, es una cuestión bilateral y no se espera que tenga impacto sobre los suministros de gas a la UE". Aunque bajo el acuerdo firmado entre Gazprom y Bielorrusia la tarifa base que debe pagar Minsk por el gas ruso es de 100 dólares por cada mil metros cúbicos, la más baja entre todas las repúblicas ex soviéticas, el presidente Alexandr Lukashenko lo ha calificado de "desventajoso". Rusia es el origen de una cuarta parte del gas consumido en la UE, que llega a los países comunitarios a través de los territorios de Ucrania (casi el 80 por ciento) y de Bielorrusia (algo más del 20 por ciento).
La cita de hoy servirá para "evaluar lo ocurrido y examinar las consecuencias" del acuerdo y sobre todo para estudiar "qué impacto puede tener sobre la seguridad del aprovisionamiento en la UE", añadieron las fuentes. En particular, se analizará "si a pesar del acuerdo ha existido una reducción en la cantidad de gas que llegó a la UE en diciembre" y se pasará revista a "la situación actual de aprovisionamiento" de ese combustible.
El Grupo de Coordinación del Gas tiene la responsabilidad de adoptar medidas para garantizar la seguridad del suministro de gas natural. El Grupo se reunió por última vez el pasado 6 de octubre en Bruselas, en una cita a la que asistieron por primera vez enviados de Rusia y Ucrania y en la que un representante de la corporación estatal rusa Gazprom aseguró que no se esperaban problemas de suministro durante este invierno.
Las diferencias entre Moscú y Minsk sobre los precios del gas hicieron temer una repetición de la crisis desatada el año pasado entre Rusia y Ucrania, que al igual que Bielorrusia es un país de tránsito para el combustible ruso que se exporta a la Unión. La reunión, a la que han sido invitados expertos rusos y bielorrusos, también evaluará las consecuencias de la decisión del Gobierno de Minsk de imponer elevados aranceles aduaneros al petróleo ruso que transita por su territorio.
Según las fuentes comunitarias, aunque la decisión "no ayuda a calmar los ánimos, es una cuestión bilateral y no se espera que tenga impacto sobre los suministros de gas a la UE". Aunque bajo el acuerdo firmado entre Gazprom y Bielorrusia la tarifa base que debe pagar Minsk por el gas ruso es de 100 dólares por cada mil metros cúbicos, la más baja entre todas las repúblicas ex soviéticas, el presidente Alexandr Lukashenko lo ha calificado de "desventajoso". Rusia es el origen de una cuarta parte del gas consumido en la UE, que llega a los países comunitarios a través de los territorios de Ucrania (casi el 80 por ciento) y de Bielorrusia (algo más del 20 por ciento).
La cita de hoy servirá para "evaluar lo ocurrido y examinar las consecuencias" del acuerdo y sobre todo para estudiar "qué impacto puede tener sobre la seguridad del aprovisionamiento en la UE", añadieron las fuentes. En particular, se analizará "si a pesar del acuerdo ha existido una reducción en la cantidad de gas que llegó a la UE en diciembre" y se pasará revista a "la situación actual de aprovisionamiento" de ese combustible.
El Grupo de Coordinación del Gas tiene la responsabilidad de adoptar medidas para garantizar la seguridad del suministro de gas natural. El Grupo se reunió por última vez el pasado 6 de octubre en Bruselas, en una cita a la que asistieron por primera vez enviados de Rusia y Ucrania y en la que un representante de la corporación estatal rusa Gazprom aseguró que no se esperaban problemas de suministro durante este invierno.