L D (EFE) La máxima autoridad monetaria de EEUU enfatizó que la preocupación "predominante" de la Reserva Federal es el peligro de un alza excesiva de precios y señaló que la institución "está preparada para abordar los riesgos inflacionarios, si los acontecimientos lo requieren".
Pese a esas alertas, Bernanke ofreció una visión de una economía estadounidense en la que se desinfla la presión de los precios y cuyo crecimiento se ralentiza hasta porcentajes más acordes con la capacidad productiva del país. Para los mercados, eso fue una indicación de que la Reserva Federal no subirá los tipos de interés en el futuro próximo.
Bernanke dio pistas en ese sentido, al indicar que el actual nivel de tipos "probablemente promueva el crecimiento económico sostenible y la bajada gradual de la inflación subyacente". Esas palabras llenaron de optimismo a los mercados de bolsa, cuya ansia compradora colocó al Dow Jones en niveles récord a media mañana.
También subieron de precio los bonos del tesoro, mientras que el dólar cayó frente al euro y al yen, al reducirse la probabilidad de una subida del precio del dinero en Estados Unidos. El Comité de Mercado Abierto, el órgano de la Reserva Federal que fija la política monetaria, subió por última vez en junio el tipo de interés de referencia, que se ha mantenido en el 5,25 por ciento desde entonces.
Un aterrizaje "suave" de la economía estadounidense, el objetivo de la Reserva Federal, sería la mejor noticia tras varios años de un crecimiento considerado superior a la capacidad del país, según los expertos, lo que conlleva el peligro de una inflación descontrolada. Bernanke dijo a los congresistas que la economía parece inmersa en la transición hacia un ritmo "más sostenible".
El titular de la Reserva Federal indicó que el Producto Interior Bruto (PIB) del país se expandirá entre un 2,5 y un 3 por ciento este año, y entre un 2,75 y un 3 por ciento el que viene. En el 2006, EEUU creció un 3,4 por ciento, una décima menos que en el 2005. "En general, parece probable que la economía estadounidense se expanda a un ritmo moderado este año y el siguiente, con algún fortalecimiento del crecimiento a medida que se reduce el freno del sector inmobiliario", explicó Bernanke.
Para la inflación subyacente, la Reserva Federal pronosticó una horquilla para este año de entre el 2 y el 2,25 por ciento, medida según el índice de gastos de consumo personales y descontadas la energía y la alimentación. En el 2008, este índice se colocará entre el 1,75 y el 2 por ciento. El funcionario apuntó que la ralentización reciente del alza de precios en Estados Unidos se debe "principalmente" a la caída del valor del crudo.
Si se cumplen las predicciones del mercado de futuros del petróleo y su precio se mantiene muy por debajo del nivel del año pasado, las presiones inflacionistas se reducirán aún más en Estados Unidos, destacó. Sin embargo, Bernanke advirtió que "es notoria la dificultad para predecir los precios del petróleo y otras materias primas, y éstos constituyen una fuente clave de incertidumbre en las previsiones de inflación".
El otro peligro para la economía de EEUU, a su juicio, es un coletazo amargo del sector inmobiliario. Tras un boom de varios años, los precios pisos se han convertido en un peso para la economía estadounidense, al sufrir una "corrección sustancial", según el presidente de la Fed.
No obstante, hoy indicó que hay "signos de intentos de estabilización" en el mercado. Aún así, Bernanke resaltó que la situación de este sector es uno de los riesgos "significativos" a los que se enfrenta la mayor economía del mundo, pues "el alcance último" de la corrección "es difícil de predecir y puede ser mayor que lo que anticipamos".
Pese a esas alertas, Bernanke ofreció una visión de una economía estadounidense en la que se desinfla la presión de los precios y cuyo crecimiento se ralentiza hasta porcentajes más acordes con la capacidad productiva del país. Para los mercados, eso fue una indicación de que la Reserva Federal no subirá los tipos de interés en el futuro próximo.
Bernanke dio pistas en ese sentido, al indicar que el actual nivel de tipos "probablemente promueva el crecimiento económico sostenible y la bajada gradual de la inflación subyacente". Esas palabras llenaron de optimismo a los mercados de bolsa, cuya ansia compradora colocó al Dow Jones en niveles récord a media mañana.
También subieron de precio los bonos del tesoro, mientras que el dólar cayó frente al euro y al yen, al reducirse la probabilidad de una subida del precio del dinero en Estados Unidos. El Comité de Mercado Abierto, el órgano de la Reserva Federal que fija la política monetaria, subió por última vez en junio el tipo de interés de referencia, que se ha mantenido en el 5,25 por ciento desde entonces.
Un aterrizaje "suave" de la economía estadounidense, el objetivo de la Reserva Federal, sería la mejor noticia tras varios años de un crecimiento considerado superior a la capacidad del país, según los expertos, lo que conlleva el peligro de una inflación descontrolada. Bernanke dijo a los congresistas que la economía parece inmersa en la transición hacia un ritmo "más sostenible".
El titular de la Reserva Federal indicó que el Producto Interior Bruto (PIB) del país se expandirá entre un 2,5 y un 3 por ciento este año, y entre un 2,75 y un 3 por ciento el que viene. En el 2006, EEUU creció un 3,4 por ciento, una décima menos que en el 2005. "En general, parece probable que la economía estadounidense se expanda a un ritmo moderado este año y el siguiente, con algún fortalecimiento del crecimiento a medida que se reduce el freno del sector inmobiliario", explicó Bernanke.
Para la inflación subyacente, la Reserva Federal pronosticó una horquilla para este año de entre el 2 y el 2,25 por ciento, medida según el índice de gastos de consumo personales y descontadas la energía y la alimentación. En el 2008, este índice se colocará entre el 1,75 y el 2 por ciento. El funcionario apuntó que la ralentización reciente del alza de precios en Estados Unidos se debe "principalmente" a la caída del valor del crudo.
Si se cumplen las predicciones del mercado de futuros del petróleo y su precio se mantiene muy por debajo del nivel del año pasado, las presiones inflacionistas se reducirán aún más en Estados Unidos, destacó. Sin embargo, Bernanke advirtió que "es notoria la dificultad para predecir los precios del petróleo y otras materias primas, y éstos constituyen una fuente clave de incertidumbre en las previsiones de inflación".
El otro peligro para la economía de EEUU, a su juicio, es un coletazo amargo del sector inmobiliario. Tras un boom de varios años, los precios pisos se han convertido en un peso para la economía estadounidense, al sufrir una "corrección sustancial", según el presidente de la Fed.
No obstante, hoy indicó que hay "signos de intentos de estabilización" en el mercado. Aún así, Bernanke resaltó que la situación de este sector es uno de los riesgos "significativos" a los que se enfrenta la mayor economía del mundo, pues "el alcance último" de la corrección "es difícil de predecir y puede ser mayor que lo que anticipamos".