L D (EFE) El margen de intermediación -la diferencia entre lo que la entidad percibe por sus créditos y paga por los depósitos- se elevó un 7,2 por ciento, hasta 559,3 millones de euros, en tanto que el margen de explotación -que mide el negocio típico bancario- aumentó un 16 por ciento, hasta 417,4 millones de euros.
Las comisiones netas crecieron el 10,2 por ciento, hasta los 248,9 millones de euros, en tanto que los resultados por operaciones financieras se elevaron el 8,5 por ciento, hasta los 40,2 millones, lo que condujo a un margen ordinario de 848,4 millones de euros, un 8,2 por ciento más que al cierre del primer semestre de 2003.
Por áreas de negocio, el 89 por ciento del margen ordinario correspondió a banca doméstica, es decir, minorista, empresas y corporativa, que ha ganado en conjunto 750,8 millones de euros, un aumento del 8,4 por ciento. Por su parte, el área de mercados e internacional ha avanzado un 6,3 por ciento a pesar de la reducción de la actividad y de la apreciación del euro frente al dólar. Los costes de explotación aumentaron un 2,3 por ciento en línea con los objetivos, explica Banesto, lo que, unido al incremento del margen ordinario supuso una nueva mejora del ratio de eficiencia, que se situó en el 45,9 por ciento frente al 48,9 por ciento del primer semestre de 2003.
La contención en los gastos y la mejora de los ingresos permitieron que el margen de explotación -que mide el negocio típico bancario- aumentara un 16 por ciento, hasta los 417,5 millones de euros, añade la entidad. Los resultados de las sociedades que consolidan por el método de puesta en equivalencia y operaciones de grupo ascendieron a 52,8 millones de euros, frente a los 31,3 millones generados en el primer semestre de 2003, a consecuencia de "los mejores resultados obtenidos" por estas empresas.
Las dotaciones netas para insolvencias se situaron en 99,2 millones de euros, un 16 por ciento más que hasta junio del año pasado, porcentaje que se reduce hasta el 13,2 por ciento si se excluyen las provisiones realizadas por "riesgo país". En consecuencia, y fruto de toda esta evolución de ingresos y gastos, el beneficio antes de impuestos de estos seis primeros meses de 2004 se elevó a 398,7 millones de euros, un 14,8 por ciento más. En cuanto al balance, la inversión crediticia de la entidad se elevó a 38.011 millones de euros, un 21,5 por ciento más que en el primer semestre de 2003, en tanto que los créditos sobre clientes fueron 35.362 millones, un 19,2 por ciento. El crédito con garantía real, fundamentalmente hipotecario, aumentó un 43,2 por ciento, hasta los 18.425 millones de euros.
La morosidad se encontraba en el 0,62 por ciento, frente al 0,75 por ciento de un año antes, en tanto que la cobertura ante posibles insolvencias era del 359,87 por ciento, por encima del 281,02 por ciento correspondiente al mismo periodo del año pasado. Los recursos gestionados por la entidad se elevaban a finales de junio a 51.212 millones de euros, un 19,1 por ciento más, en tanto que los activos totales del banco ascendían a 59.575 millones, un 0,5 por ciento más.
Por áreas de negocio, el 89 por ciento del margen ordinario correspondió a banca doméstica, es decir, minorista, empresas y corporativa, que ha ganado en conjunto 750,8 millones de euros, un aumento del 8,4 por ciento. Por su parte, el área de mercados e internacional ha avanzado un 6,3 por ciento a pesar de la reducción de la actividad y de la apreciación del euro frente al dólar. Los costes de explotación aumentaron un 2,3 por ciento en línea con los objetivos, explica Banesto, lo que, unido al incremento del margen ordinario supuso una nueva mejora del ratio de eficiencia, que se situó en el 45,9 por ciento frente al 48,9 por ciento del primer semestre de 2003.
La contención en los gastos y la mejora de los ingresos permitieron que el margen de explotación -que mide el negocio típico bancario- aumentara un 16 por ciento, hasta los 417,5 millones de euros, añade la entidad. Los resultados de las sociedades que consolidan por el método de puesta en equivalencia y operaciones de grupo ascendieron a 52,8 millones de euros, frente a los 31,3 millones generados en el primer semestre de 2003, a consecuencia de "los mejores resultados obtenidos" por estas empresas.
Las dotaciones netas para insolvencias se situaron en 99,2 millones de euros, un 16 por ciento más que hasta junio del año pasado, porcentaje que se reduce hasta el 13,2 por ciento si se excluyen las provisiones realizadas por "riesgo país". En consecuencia, y fruto de toda esta evolución de ingresos y gastos, el beneficio antes de impuestos de estos seis primeros meses de 2004 se elevó a 398,7 millones de euros, un 14,8 por ciento más. En cuanto al balance, la inversión crediticia de la entidad se elevó a 38.011 millones de euros, un 21,5 por ciento más que en el primer semestre de 2003, en tanto que los créditos sobre clientes fueron 35.362 millones, un 19,2 por ciento. El crédito con garantía real, fundamentalmente hipotecario, aumentó un 43,2 por ciento, hasta los 18.425 millones de euros.
La morosidad se encontraba en el 0,62 por ciento, frente al 0,75 por ciento de un año antes, en tanto que la cobertura ante posibles insolvencias era del 359,87 por ciento, por encima del 281,02 por ciento correspondiente al mismo periodo del año pasado. Los recursos gestionados por la entidad se elevaban a finales de junio a 51.212 millones de euros, un 19,1 por ciento más, en tanto que los activos totales del banco ascendían a 59.575 millones, un 0,5 por ciento más.