L D (EFE) En una nota remitida a la CNMV, Banesto señala que ha continuado en este primer trimestre del año "con un alto nivel de actividad, en el que ha conseguido desarrollar con éxito todos sus proyectos y planes comerciales y ha logrado crecer en los segmentos claves del negocio", a lo que también ha ayudado el "estricto control de costes y la acertada gestión del riesgo" que se han llevado a cabo.
El margen de intermediación (que mide la diferencia entre ingresos por créditos y gastos por depósitos) creció el 6,9 por ciento, hasta los 277,8 millones de euros, lo que obedeció tanto al incremento de la actividad comercial como a la gestión de precios y clientes. El margen ordinario (que añade comisiones y operaciones financieras) se elevó a 417,8 millones de euros, un 7,7 por ciento más, debido al aumento de las comisiones netas, que fue del 12,4 por ciento, y a pesar del descenso del 7,2 por ciento de los ingresos por operaciones financieras, que se situaron en 17,5 millones de euros.
Además, el ratio de eficiencia (euros gastados por cada cien ingresados) se situó hasta marzo de este año en el 46,8 por ciento, frente al 49,7 por ciento registrado en el primer trimestre de 2003. Todo ello, unido a la contención de gastos, hizo que el margen de explotación (que mide el negocio típico bancario) se situara en los 202,9 millones de euros, un 14,8 por ciento más que en el primer trimestre de 2003.
Sin embargo, el fuerte descenso de los resultados extraordinarios, que cayeron el 36,6 por ciento, hizo que el beneficio bruto –antes de impuestos– se situara en 187,6 millones de euros, un 14,5 por ciento más que los 163,8 millones ingresados hasta marzo de 2003. En cuanto al volumen de negocio, experimentó un aumento del 20,6 por ciento y se situó en 84,5 millones, lo que fue posible gracias al incremento del 22,8 por ciento de la inversión crediticia, que alcanzó los 36,3 millones de euros y también por el crecimiento del 18,9 por ciento experimentado por los recursos de clientes, hasta los 48,2 millones.
La morosidad bajó hasta el 0,68 por ciento, frente al 0,82 por ciento al cierre de marzo de 2003, en tanto que la cobertura por provisiones se incrementó hasta el 331 por ciento.
Además, el ratio de eficiencia (euros gastados por cada cien ingresados) se situó hasta marzo de este año en el 46,8 por ciento, frente al 49,7 por ciento registrado en el primer trimestre de 2003. Todo ello, unido a la contención de gastos, hizo que el margen de explotación (que mide el negocio típico bancario) se situara en los 202,9 millones de euros, un 14,8 por ciento más que en el primer trimestre de 2003.
Sin embargo, el fuerte descenso de los resultados extraordinarios, que cayeron el 36,6 por ciento, hizo que el beneficio bruto –antes de impuestos– se situara en 187,6 millones de euros, un 14,5 por ciento más que los 163,8 millones ingresados hasta marzo de 2003. En cuanto al volumen de negocio, experimentó un aumento del 20,6 por ciento y se situó en 84,5 millones, lo que fue posible gracias al incremento del 22,8 por ciento de la inversión crediticia, que alcanzó los 36,3 millones de euros y también por el crecimiento del 18,9 por ciento experimentado por los recursos de clientes, hasta los 48,2 millones.
La morosidad bajó hasta el 0,68 por ciento, frente al 0,82 por ciento al cierre de marzo de 2003, en tanto que la cobertura por provisiones se incrementó hasta el 331 por ciento.