LD (EFE) Este resultado se consiguió gracias al aumento del 12,7 por ciento en el margen de explotación -el que mejor refleja la evolución del negocio puramente bancario-, mientras que los créditos a la clientela crecieron el 17,6 por ciento y los hipotecarios continúan desacelerándose al aumentar el 12,1 por ciento, frente al crecimiento del 18,6 por ciento de un año antes.
El margen de intermediación -diferencia entre ingresos por créditos y gastos por depósitos mas comisiones- se situó hasta septiembre en 1.730,40 millones de euros tras crecer el 12,2 por ciento, mientras que el ordinario aumentó un 10,1 por ciento debido a la buena evolución de productos relacionados con actividades de seguros y a operaciones financieras.
Resiste a la crisis
El Popular destaca que durante el último trimestre ha proseguido su estrategia de disminuir su exposición al riesgo inmobiliario, de aceleración de los ingresos de intereses (margen de intermediación sin dividendos) y de mejora tecnológica con fuertes inversiones. La "fuerte repreciación" de la cartera de préstamos y un amplio respaldo de financiación construido en los dos últimos años, han permitido aplicar sin cambios, pese a la crisis internacional, la estrategia iniciada y anunciada al inicio de 2006.
Los créditos a la clientela llegaron a los 86.998,4 millones, un 17,6 por ciento más que en septiembre de 2006, de los que 45.669 corresponden a prestamos con garantía real, en su mayoría hipotecas. En el crecimiento de los préstamos, las operaciones no hipotecarias suponen el 62,5 por ciento y las hipotecarias un 37,5 por ciento debido a su anticipación al "nuevo entorno económico" que ahora se anuncia con el cambio de composición del crecimiento de los créditos.
La entidad valora que las operaciones hipotecarias crecen "a un modesto ritmo del 12,1 por ciento" (hasta los 45.380 millones), frente a casi el 27 por ciento de los préstamos y créditos sin garantía real -otros deudores a plazo- y el 12,5 por ciento el crédito comercial. El crecimiento del crédito del 17,6 por ciento, que es del 15,8 por ciento excluidos los dudosos y las adquisiciones temporales de activos, se ha financiado con un aumento del 16 por ciento de los recursos de clientes, impulsados por los depósitos a plazo del sector privado residente, que aumentaron el 19,3 por ciento, y los pagarés domésticos, que lo hicieron a una tasa anual del 58,3 por ciento.
Por otra parte, los activos totales gestionados presentaban una subida interanual del 17,7 por ciento, hasta 123.092 millones, liderando este alza los activos totales en balance, que llegan a 105.103 millones, un 20,2 por ciento más. Las partidas con un comportamiento más dinámico son la cartera de activos financieros disponibles para la venta y los créditos a la clientela, que son el 82,8 por ciento de los activos totales en balance.
Los créditos a la clientela llegaron a los 86.998,4 millones, un 17,6 por ciento más que en septiembre de 2006, de los que 45.669 corresponden a prestamos con garantía real, en su mayoría hipotecas. En el crecimiento de los préstamos, las operaciones no hipotecarias suponen el 62,5 por ciento y las hipotecarias un 37,5 por ciento debido a su anticipación al "nuevo entorno económico" que ahora se anuncia con el cambio de composición del crecimiento de los créditos.
La entidad valora que las operaciones hipotecarias crecen "a un modesto ritmo del 12,1 por ciento" (hasta los 45.380 millones), frente a casi el 27 por ciento de los préstamos y créditos sin garantía real -otros deudores a plazo- y el 12,5 por ciento el crédito comercial. El crecimiento del crédito del 17,6 por ciento, que es del 15,8 por ciento excluidos los dudosos y las adquisiciones temporales de activos, se ha financiado con un aumento del 16 por ciento de los recursos de clientes, impulsados por los depósitos a plazo del sector privado residente, que aumentaron el 19,3 por ciento, y los pagarés domésticos, que lo hicieron a una tasa anual del 58,3 por ciento.
Por otra parte, los activos totales gestionados presentaban una subida interanual del 17,7 por ciento, hasta 123.092 millones, liderando este alza los activos totales en balance, que llegan a 105.103 millones, un 20,2 por ciento más. Las partidas con un comportamiento más dinámico son la cartera de activos financieros disponibles para la venta y los créditos a la clientela, que son el 82,8 por ciento de los activos totales en balance.
Los motores del crecimiento: préstamos y créditos personales
De hecho, los motores del crecimiento en el trimestre han sido los préstamos y créditos personales (otros deudores a plazo), con un aumento interanual del 26,9 por ciento, y el crédito comercial, que creció un 12,5 por ciento durante los últimos doce meses. A septiembre, el saldo de los deudores dudosos ascendía a 762 millones, con un aumento de 133 millones en 12 meses, en relación con la evolución de la actividad crediticia, si bien refleja el menor importe de recuperaciones habidas en el período.
Como consecuencia, la ratio de morosidad, porcentaje del saldo de los deudores dudosos sobre los riesgos totales, se sitúa en el 0,77 por ciento y presenta un incremento de 3 puntos básicos. Dentro del capítulo de morosidad, la entidad destaca la "calidad del sector de empresas promotoras", que pasa de una ratio de morosidad del 0,20 por ciento en junio a 0,19 por ciento en septiembre. El resto de los sectores muestran, sin embargo, un repunte "suave" de morosidad, por lo que la tasa sigue siendo "muy baja" y con una elevada cobertura mediante provisiones del 232,9 por ciento, muy superior a la habitual en otros países.