L D (EFE) Ausbanc Consumo ha pedido la extensión de la nueva ley a los préstamos que ya están en vigor. En rueda de prensa, la secretaria general técnica y de organización de usuarios de banca, María José Lunas, criticó que el nuevo texto "se nos ha vendido como una mejora de la transparencia y de la protección al consumidor" cuando la realidad es que ha sido redactado sin contar con los consumidores "ni con las asociaciones independientes".
A juicio de Ausbanc, la nueva ley debería establecer límites a los tipos de interés máximos que pueden cobrar las entidades financieras por los créditos que conceden, con el objetivo de "evitar la usura", algo muy importante en un momento de tipos al alza como el actual. Además, esta medida también serviría para poner límites a las elevadas tasas finales que cobran las refinanciadoras o reunificadoras, dijo Lunas, al tiempo que pidió que se regule la actividad de estas empresas, que al no ser entidades financieras no están controladas por el Banco de España.
Según Lunas, la nueva ley también debería eliminar por completo los impuestos y gastos relacionados con las hipotecas para adquisición de vivienda habitual, que suponen en torno al 10 por ciento del total del préstamo, o en su defecto, que este importe se pueda fraccionar en dos o tres pagos sin intereses.
También pidió que se impida que los titulares de una hipoteca contraten seguros de vida con una empresa perteneciente al mismo grupo que el banco o caja que les han concedido el préstamo. Por último, la representante de Ausbanc expresó su preocupación por el hecho de que la nueva norma convierte a los préstamos hipotecarios "en una especie de cajón de sastre" que garantiza todo tipo de operaciones, de forma que se plantea la posibilidad de perder la vivienda por un impago "puntual" de otro bien adquirido posteriormente, como un automóvil.
A juicio de Ausbanc, la nueva ley debería establecer límites a los tipos de interés máximos que pueden cobrar las entidades financieras por los créditos que conceden, con el objetivo de "evitar la usura", algo muy importante en un momento de tipos al alza como el actual. Además, esta medida también serviría para poner límites a las elevadas tasas finales que cobran las refinanciadoras o reunificadoras, dijo Lunas, al tiempo que pidió que se regule la actividad de estas empresas, que al no ser entidades financieras no están controladas por el Banco de España.
Según Lunas, la nueva ley también debería eliminar por completo los impuestos y gastos relacionados con las hipotecas para adquisición de vivienda habitual, que suponen en torno al 10 por ciento del total del préstamo, o en su defecto, que este importe se pueda fraccionar en dos o tres pagos sin intereses.
También pidió que se impida que los titulares de una hipoteca contraten seguros de vida con una empresa perteneciente al mismo grupo que el banco o caja que les han concedido el préstamo. Por último, la representante de Ausbanc expresó su preocupación por el hecho de que la nueva norma convierte a los préstamos hipotecarios "en una especie de cajón de sastre" que garantiza todo tipo de operaciones, de forma que se plantea la posibilidad de perder la vivienda por un impago "puntual" de otro bien adquirido posteriormente, como un automóvil.