(Libertad Digital) El Lithuanian Free Market Institute (LFMI), instituto de análisis de Lituania, ha promovido un manifiesto paneuropeo en contra de la política de armonización fiscal promovida por la Comisión Europea. El pasado 4 de abril, la Comisión lanzó un comunicado al Consejo y al Parlamento Europeo en el que animaba a la creación de una Base Fiscal Común Corporativa Consolidada (BFCCC).
El manifiesto, que ha recibido el apoyo de 23 institutos europeos, considera que la BFCCC “no mejorará el funcionamiento del mercado común”, y pese a que por el momento está pensado como un instrumento optativo, “está sirviendo como un primer paso hacia una política fiscal uniforme en la Unión Europea, que dañará la competencia fiscal en la Unión Europea y debilitará la competitividad de la región en la economía global”.
Es más, según el texto, la BFCCC será una base “incluso más complicada” e “incrementará el número de estandards dentro de la Unión Europea”. Todo ello “creará enormes costes de cumplimiento de los impuestos, especialmente para las empresas pequeñas y medianas”. En el caso de España, podría tener claros efectos sobre el empleo, teniendo en cuenta que las empresas de 20 trabajadores o menos crean casi el 90 por ciento de los empleos.
La lucha por la armonización fiscal es económica y política, y refleja las diferencias entre los distintos países que conforman la UE. Francia, Alemania y en general los países con altos impuestos no quieren que otras economías les hagan la competencia por la vía fiscal, por lo que promueven que los impuestos sean decididos en Bruselas y no en los parlamentos nacionales. Irlanda, que era uno de los países más pobres de la UE, optó por una política fiscal menos agresiva para atraer la inversión, y es hoy el segundo país en renta per cápita, después de Luxemburgo.