LD (Europa Press) Arias Cañete considera que el descenso de la tasa interanual de inflación hasta el 2,9 por ciento "no se debe a la capacidad que tiene el Gobierno para afrontar los problemas económicos de nuestro país ni a su capacidad de previsión, sino a una situación coyuntural a nivel mundial con la que el Ejecutivo no contaba y de la que no sabrá aprovecharse". En este sentido, el portavoz económico del PP critica que el Ejecutivo siga sin poner en marcha medidas de lucha contra la inflación, limitándose a recibir, "pasivamente" los efectos que el precio de los carburantes, los lubricantes, la fijación de precios en sectores de escasa competencia o las condiciones meteorológicas producen en la senda de precios al consumo.
A su juicio, "España no puede confiar exclusivamente en escenarios favorables internacionales para solucionar el problema de la inflación. Además, insisto en que el poder adquisitivo de los salarios españoles se ha deteriorado sustancialmente en los dos últimos años y por ello, no es sostenible un modelo basado en el deterioro permanente de las rentas". Por ello, el secretario ejecutivo de Economía y Empleo del PP pidió al Gobierno que se esfuerce para que España no sea el país más inflacionista de la Unión Económica y Monetaria.
Carácter "coyuntural y externo"
CC.OO., por su parte, considera que la reducción del ritmo de crecimiento de la inflación en septiembre tiene "un carácter coyuntural y externo a las condiciones de competencia del mercado interior español". En este sentido, el sindicato advirtió sobre la "elevada" inflación estructural de la economía española, que queda reflejada en el 2,9 por ciento de incremento de la inflación subyacente.
Por ello, el sindicato expresó su preocupación por el fuerte crecimiento de los precios en el último año de bienes y servicios básicos para los ciudadanos y trabajadores, como los alimentos (4,6 por ciento) y la enseñanza (4 por ciento), que aumentan por encima del índice general. Además, CC.OO. lamenta que "el Gobierno dedique más tiempo y esfuerzo a recomponer la propiedad accionarial de las empresas ubicadas en mercados oligopolizados, que a incrementar la competencia de estos mercados en beneficio de los ciudadanos".
El coordinador ejecutivo de Economía de Izquierda Unida, Javier Alcázar, considera que la bajada del IPC de septiembre, es "buena", aunque matizó que "es de carácter coyuntural" y señaló que la subida de la inflación subyacente es síntoma de las debilidades estructurales de la economía española. Según Alcázar, las políticas del Gobierno en materia económica, fiscal y laboral, "no abordan los problemas y siguen sin frenar el IPC hasta niveles más adecuados". A su juicio, el IPC se enmarca en un contexto internacional "nada tranquilizador" de cuyos efectos "no se librará" España, debido a la "escasa" capacidad de competir en el extranjero y a la "previsible" profundización en las políticas monetarias restrictivas que aplican los distintos bancos centrales.