LD (Agencias) El Gobierno argentino anunció su intención de prohibir a Repsol YPF y al resto de petroleras en el país la exportación de combustibles líquidos, gasolina y gasóleo y ordenó que los precios de estos productos vuelvan a su coste del pasado 31 de octubre.
De esta manera, y por el tiempo que decida el Ejecutivo, la venta del petróleo refinado al exterior no se podrá realizar, por lo cual el combustible se volcaría así al mercado interno, que sufre un déficit de estos productos y un aumento considerable de precios, según denunciaron funcionarios de distintas provincias y expendedores.
Según ha informado la agencia estatal de noticias Télam, citando a fuentes oficiales, las autoridades considerarán normalizado el mercado de combustibles cuando las gasolineras estén provistas y a los precios minoristas vigentes al 31 de octubre. Según Telam, la decisión ya fue informada a las petroleras.
La resolución "se lanzó en respuesta a las quejas que durante los últimos días formularon los funcionarios de distintas provincias y expendedores, respecto a faltantes y aumentos", señaló la agencia.
El Gobierno del ex presidente Néstor Kirchner, sucedido en diciembre por su esposa, la actual mandataria Cristina Fernández, ya aplicó en el pasado vedas a las ventas externas de distintos productos, como la carne o el trigo, para garantizar los niveles de precios y de oferta en el mercado doméstico.
Esta medida responde a la necesidad de medidas en contra de las fuertes subidas de los precios en surtidor en las últimas semanas. La Secretaría de Comercio Interior, que dirige Guillermo Moreno, se basó en la ley de abastecimiento como herramienta para cerrar las fronteras los combustibles líquidos, con el argumento de que las petroleras privilegian la exportación y no están satisfaciendo debidamente la demanda local.
Actualmente, para que las petroleras puedan exportar deben pedir permiso a la Secretaría de Energía. "De ahora en adelante, no habrá más permisos para vender al exterior hasta que el mercado interno esté totalmente normalizado", aseguró una fuente anónima cercana a la secretaría de Comercio, citada por el diario argentino La Nación. "No hay ninguna resolución. No se darán permisos, y nada más", resumieron fuentes cercanas al secretario de Comercio.
La novedad fue bien recibida por los dueños de estaciones de servicio, que ahora tendrán, se supone, todo el combustible que necesiten. En las petroleras, en cambio, se reaccionó con cautela. "Estamos analizando la medida", fue el comentario mas escuchado entre los directivos, citados por La Nación.
Los analistas del sector energético han criticado la medida. "El consumo interno está desbocado. Sube a razón de un 20 por ciento anual y con los precios más bajos será aún peor", aseguró un consultor, mientras que otro dictaminó que "va a haber un problema en la venta mayorista de petróleo, ya que se acentuará la reducción de ingresos de los refinadores, y éstos buscarán trasladársela a los productores".