L D (Agencias) Argentina pagó los 2.900 millones de dólares de su deuda en mora con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al lograr un acuerdo que las empresas y la banca consideraron positivo para gran satisfacción del gobierno. Sin embargo, analistas y expertos coincidieron en que el presidente argentino, Néstor Kirchner, se llevó todo el rédito político de este acuerdo, que, sin embargo, deja sin definir varios puntos a lo largo de sus tres años de duración.
La deuda con el Fondo Monetario, en mora desde el martes pasado, se canceló este jueves con reservas del Banco Central que serán devueltas por el organismo financiero en los próximos días, dentro de lo previsto en el acuerdo, indicaron fuentes gubernamentales. Además, el acuerdo permite que Argentina refinancie hasta 2006 deudas con todos los organismos multilaterales de crédito por 21.610 millones de dólares, de los cuales 12.500 millones corresponden al FMI. También sienta las bases para que el país negocie una rebaja de sus deudas con acreedores privados por unos 96.000 millones de dólares, entre ellas bonos públicos por 76.000 millones cuyos pagos están suspendidos desde finales de 2001.
El acuerdo señala que las metas de ahorro de 2005 y 2006 se van a discutir a finales del año próximo, punto que a juicio de algunos expertos provoca incertidumbre a la hora de refinanciar la abultada deuda argentina con acreedores privados. Además, excluye compromisos de actualización de las tarifas de los servicios públicos, congeladas desde la devaluación del peso, en enero de 2002, lo que causa grandes problemas a las empresas adjudicatarias, la mayoría españolas.
La deuda con el Fondo Monetario, en mora desde el martes pasado, se canceló este jueves con reservas del Banco Central que serán devueltas por el organismo financiero en los próximos días, dentro de lo previsto en el acuerdo, indicaron fuentes gubernamentales. Además, el acuerdo permite que Argentina refinancie hasta 2006 deudas con todos los organismos multilaterales de crédito por 21.610 millones de dólares, de los cuales 12.500 millones corresponden al FMI. También sienta las bases para que el país negocie una rebaja de sus deudas con acreedores privados por unos 96.000 millones de dólares, entre ellas bonos públicos por 76.000 millones cuyos pagos están suspendidos desde finales de 2001.
El acuerdo señala que las metas de ahorro de 2005 y 2006 se van a discutir a finales del año próximo, punto que a juicio de algunos expertos provoca incertidumbre a la hora de refinanciar la abultada deuda argentina con acreedores privados. Además, excluye compromisos de actualización de las tarifas de los servicios públicos, congeladas desde la devaluación del peso, en enero de 2002, lo que causa grandes problemas a las empresas adjudicatarias, la mayoría españolas.