Era una situación realmente complicada; imposible salir airoso a la hora de defender lo indefendible, de explicar lo inexplicable. En esta posición se encontraba el portavoz del PSOE en el Congreso este martes por la tarde.
En su declaración eludió uno de los temas estrella del día: las declaraciones de Zapatero en el Foro de Oslo. Pero no pudo evitar las preguntas de esRadio sobre este asunto. Según José Antonio Alonso, "Zapatero fue muy claro: si mejoramos la formación de los trabajadores aumentamos las posibilidad de que encuentren trabajo y mejoramos la economía del país".
¿Pero el presidente dijo que los parados en formación son trabajadores y no parados?, se le insistió a Alonso. Y fue ahí cuando el dirigente socialista llegó a afirmar que las palabras de ayer del jefe del Ejecutivo constituían "una declaración política en defensa de los desocupados y en defensa de la mejora de la economía del país".
El Gobierno lleva considerando a los parados que reciben cursos de formación como trabajadores desde hace años y así consta en las estadísticas sobre empleo. Hace dos años, el Ejecutivo eliminó de la lista oficial de parados a los "demandantes de empleo" inscritos en cursos de formación para intentar reciclarse y volver así al mercado laboral.
En concreto, en febrero de 2008, poco antes de las elecciones generales, el ex ministro de Trabajo Jesús Caldera, modificó la metodología del paro para maquillar la tasa oficial de desempleo. Caldera sacó de los registros de desempleados a las personas que acuden a cursillos de formación y los catalogó como "demandantes de empleo no ocupados (DENOS)".
Gracias a esta trampa, el Gobierno ha logrado sacar cerca de 500.000 parados de las listas oficiales del antiguo Inem.
Según añadió José Antonio Alonso, las afirmaciones del presidente no "no tienen nada que ver con el cómputo de parados. (...) España tiene los parados que tiene". Eso sí, aprovechó su intervención inicial para arremeter contra la medida de Esperanza Aguirre de quitar a los sindicatos 2.000 de sus liberados en Madrid.
Para el dirigente socialista, la presidenta de la Comunidad representa un "claro ejemplo de lo que es un partido muy de derechas". Y lo que pretende con esta medida, según Alonso, es "acabar con la representación de los trabajadores y, por tanto, dejarles desamparados".