LD (EFE) En un discurso pronunciado en Bruselas, Almunia subrayó la necesidad de eliminar las rigideces en la fijación de salarios y precios, mejorar el funcionamiento del mercado laboral e introducir más competencia, especialmente en los servicios.
Reconoció que estas medidas "no son nuevas", pero insistió en que dado el menor crecimiento, aumento de los precios y desconfianza en los mercados financieros resulta fundamental "enviar una señal clara de que los objetivos políticos no van a quedarse en el papel".
El comisario advirtió de que, en los próximos trimestres, la economía de la zona euro se verá afectada por el endurecimiento de las condiciones financieras, la pérdida de confianza tras la crisis en los mercados, el incremento de la inflación y la desaceleración global.
Estas perspectivas deberían animar a los países del euro a "moverse deprisa", consideró, si quieren estar preparados para afrontar retos inminentes, como la globalización, los cambios tecnológicos y el envejecimiento de la población.
En su discurso, Almunia también se refirió a la necesidad de que la eurozona asuma las responsabilidades que le corresponden en el contexto económico global y que sea capaz también de defender sus intereses.
Para ello, recordó, es un requisito fundamental que los países del área coordinen sus posiciones y acepten hablar con una sola voz, sin olvidar la necesidad de contar con una representación específica en foros multilaterales como el FMI y el G7.
Reconoció que estas medidas "no son nuevas", pero insistió en que dado el menor crecimiento, aumento de los precios y desconfianza en los mercados financieros resulta fundamental "enviar una señal clara de que los objetivos políticos no van a quedarse en el papel".
El comisario advirtió de que, en los próximos trimestres, la economía de la zona euro se verá afectada por el endurecimiento de las condiciones financieras, la pérdida de confianza tras la crisis en los mercados, el incremento de la inflación y la desaceleración global.
Estas perspectivas deberían animar a los países del euro a "moverse deprisa", consideró, si quieren estar preparados para afrontar retos inminentes, como la globalización, los cambios tecnológicos y el envejecimiento de la población.
En su discurso, Almunia también se refirió a la necesidad de que la eurozona asuma las responsabilidades que le corresponden en el contexto económico global y que sea capaz también de defender sus intereses.
Para ello, recordó, es un requisito fundamental que los países del área coordinen sus posiciones y acepten hablar con una sola voz, sin olvidar la necesidad de contar con una representación específica en foros multilaterales como el FMI y el G7.