L D (Agencias) "En la medida de que se eviten esos efectos secundarios, espero que las expectativas de inflación no repunten al alza" y, de no darse ese efecto, "la política monetaria puede ser más pausada". Sin embargo, subrayó que "eso depende del Banco Central Europeo (BCE)", que "lógicamente está preocupado". "Si conseguimos entre todos evitar la apertura de un proceso inflacionista, creo que tendremos mejores condiciones para el crecimiento, tanto desde el punto de vista monetario como de la renta de los consumidores, de las familias", añadió Almunia durante una conferencia en Barcelona.
Almunia afirmó que este moderado crecimiento no se da por medidas macroeconómicas restrictivas, sino por las bajas tasas de actividad de la población y por la mala evolución de la productividad. Los tipos de interés de la zona euro, recordó, son "lo más bajos que recordamos en nuestra experiencia", mientras que la política fiscal tiene una orientación "no restrictiva". Asimismo, "no hay argumentos que digan que el tipo de cambio introduce un sesgo restrictivo". Por contra, Almunia señaló que los principales frenos de la economía europea son la evolución del precio del petróleo y dos asuntos "estructurales". Concretamente, aseguró que "despilfarramos" recursos humanos, con bajos niveles de participación en el mercado laboral, mientras que la productividad "no evoluciona bien en Europa" y tiene niveles "claramente superiores" en Estados Unidos.