(Libertad Digital) El año 2006 se ha cerrado con buenos datos económicos, por lo que se refiere al crecimiento económico, aunque no tanto por la evolución de los precios. Alberto Recarte recuerda que él vaticinó un buen año para la economía española, que en general se ha cumplido. Pero estas perspectivas no son tan positivas para 2007 y especialmente para 2008. Según el economista, "el ciclo económico expansivo se ha terminado. Hemos pasado el cabo de la expansión de este ciclo" que ha vivido la economía española en estos años.
Alberto Recarte ha destacado que "el déficit de ahorro de los españoles ha sido en 2006 del 8,2 por ciento", de tal modo que, a falta de que se conozcan los datos, el valor de la deuda exterior de empresas, familias y administraciones públicas podría alcanzar en estos momentos los 500.000 millones de euros, según ha calculado.
El empleo crece, "pero tenemos que destacar que dos tercios del nuevo empleo se ha creado lo constituyen los inmigrantes". También ha destacado que "la tasa de desempleo de los inmigrantes es superior a la de los naturales del país. Mientras que para los inmigrantes es del 12 por ciento, para el resto está en el 7 u 8 por ciento". El crecimiento de la productividad "ha sido prácticamente nulo", a la espera de que se conozcan con más seguridad los datos de la población y del empleo.
Pero si miramos al futuro, España ha llegado al final de un ciclo cuya explicación recae en una parte no desdeñable al sector inmobiliario. Alberto Recarte ha recordado que el sector de la construcción se ha visto forzado a reaccionar a un aumento de la demanda muy importante a partir de 1998, y que le ha forzado a aumentar el ritmo de la construcción de viviendas de 250.000 a 800.000 por año. Pero dado que este sector "está aquejado de una enorme inercia, tanto para arrancar como para detenerse", el desfase en la construcción sobre la demanda se saldó con un importante aumento de los precios, favorecido por la caída de los tipos de interés, y que ha atraído más y más recursos a dicho sector.
Ahora, según el economista, nos podemos encontrar en una situación contraria, "ya que será difícil parar la oferta prevista para 2007, 2008 y 2009 de en torno a dos millones de viviendas". Este aumento de la oferta coincide con un ritmo de ventas de inmuebles que no es ya tan vivo como antes, sino que se producen retrasos. Esta situación se saldará en 2007 con un aterrizaje que podrá ser suave, pero "puede ser muy brusco ya en 2008". Este ajuste de precios hará que la riqueza en manos privadas sea menor, lo que hará que las perspectivas de los españoles sean más bajas, y se manifestará en una caída del consumo, apunta Recarte. A este ajuste del consumo seguirá otro de los bienes de equipo "y, curiosamente, el último en sumarse seguramente sea el sector inmobiliario".
Iberoamérica
El acto ha estado presentado por Juan Velarde, presidente del Observatorio Económico, y que ha abordado la situación en Iberoamérica. Ha destacado que "invertimos mucho" en esa parte del mundo, especialmente en Brasil, Méjico, Argentina y Chile. El área crece a buen ritmo, del 5,3 por ciento, pero está condicionada por cuestiones estructurales, como la falta de un sistema tributario normal, la dualidad económica entre pobres y ricos o la debilidad institucional.
Estados Unidos
José Luis Feito tomó la palabra para hablar de la economía de los Estados Unidos, que aporta cerca del 24 por ciento del producto mundial. La situación actual es buena, con un crecimiento de 2006 según la última actualización del 3,3 por ciento y una tasa de paro del 4,5 por ciento. El déficit público, del 2,2 por ciento, es inferior al de varios países europeos, entre los que están los más grandes: Reino Unido, Francia, Alemania o Italia. Pero también cuenta con desequilibrios, como un déficit por cuenta corriente del 6,6 por ciento (todavía lejos del español, que es el más alto del mundo).
No obstante, los mayores desequilibrios son otros, según apunta Feito. Por un lado, la evolución de los precios. El IPC está en el 3,3 por ciento, pero el deflactor del consumo privado, en que se guía la Reserva Federal, en el 2,2 por ciento, por encima del objetivo de la Fed, que está en los dos puntos porcentuales. Y ello a pesar de 18 meses de subidas de tipos de interés. El otro desequilibrio importante es el del mercado inmobiliario, que se está corrigiendo muy rápido. El último de 2006 es el quinto consecutivo en que cae la inversión en vivienda residencial; un 19 por ciento interanual, para ese período. Pero recuerda que en ese país la vivienda es el 5 por ciento del PIB, un tercio que lo que supone en España.
Por otro lado, José Luis Feito ha señalado que la tasa de crecimiento "natural" está cayendo en ese país, principalmente por dos cuestiones. Por un lado la aportación de trabajo no crece como antes por "el envejecimiento de la generación del baby boom, la total incorporación de la mujer al trabajo y el que los jóvenes tardan más en encontrar su primer empleo". La segunda razón es que esta tendencia ya no se verá compensada con un aumento de la productividad tan vivo como hasta ahora. Feito ha restado importancia a la evolución del cambio euro-dólar.
Juan José Toribio sobre Asia
Juan José Toribio ha dado un repaso a la situación en Asia, destacando en primer lugar el peso de ese continente en la economía mundial, que es además creciente. Las ocho primeras economías asiáticas, que incluyen China, India, Japón, Corea o Taiwán, tienen el mismo peso que la Unión Europea, y con crecimientos que van desde el 10 por ciento de China al 6 de Corea o el 8 por ciento de India. Japón, que ha pasado por una recesión extendida por 11 años, es cuestión aparte.
China cuenta entre sus oportunidades con los bajos costes laborales, un mercado interno de gran potencial, una alta tasa de ahorro y un alto nivel de gasto en i+D. Pero también tiene sus riesgos, como ha destacado Juan José Toribio, entre los que destacan una insuficiente protección de la propiedad privada, un mal acceso al crédito, en un mercado financiero muy intervenido y con controles de capitales, y unas reformas políticas pendientes.
No está este último problema entre los de India, que cuenta con una democracia consolidada. Pero tiene una excesiva burocracia, un proteccionismo inmoderado e impone barreras a los movimientos del capital. Los impuestos son altos, "si los pagas", hace notar Toribio, ya que el fraude es generalizado. Hay una falta acuciante de infraestructuras, "lo que podría ser aprovechado por las grandes constructoras españolas". Entre las oportunidades de India se encuentran el alto nivel de formación, con un tercio de la población homologable a los estándares europeos en educación y economía. El inglés es ampliamente utilizado en el mundo de los negocios y el país está volcado a los sectores de tecnologías de la información y las telecomunicaciones.
La zona euro
Luis de Guindos, antes de entrar a analizar la evolución de la Europa que comparte una misma moneda, quiso hacer una consideración general sobre la marcha del la economía mundial, incidiendo en que a su juicio "el mundo va extraordinariamente bien desde el punto de vista económico. Quizá hayamos pasado el mejor trienio desde el final de la II Guerra Mundial". Además, "con un crecimiento que tiene una amplia base", en el sentido de que son varias areas del mundo, incluída Áfrirca, las que están generando riqueza.
La eurozona está creciendo a un 2,7 por ciento, con grandes países como Alemania, Francia, Italia o España creciendo a buen ritmo. El patrón de crecimiento comienza, señala el ex secretario de Estado de Economía, con las exportaciones, luego la inversión y por último el consumo, "y estamos en ese punto". Como ejemplo de la recuperación destaca que se haya cerrado el ejercicio 2006 con un paro inferior al 8 por ciento "por primera vez en mucho tiempo": En 2007 y 2008 continuará aumentando el consumo y reduciéndose la tasa de paro, entiende De Guindos, que destaca la notable recuperación de Alemania, "que es casi un tercio de la economía del euro".
No obstante, la eurozona también se enfrenta a sus riesgos. El crédito a las familias aumenta al 13 por ciento y la cantidad de dinero ha crecido "desde 2003 10 puntos más que el PIB", por lo que "la inflación repuntará", lo que llevará a nuevas subidas de tipos. En este momento, ha recalcado De Guindos, el mercado descuenta dos subidas de 0,25 puntos, pero cree que se podría producir una tercera a final de año. Otro de los riesgos procede de "un ajuste brusco en el sector inmobiliario".
La Europa que escapó del comunismo
Juan Iranzo continuó con el análisis del Viejo Continente, pero fuera de la influencia del euro, y con especial hincapie en las repúblicas ex soviéticas. Iranzo recordó la profecía de Marx de "el capitalismo caerá por sus propias contradicciones", recordando que la predicción es exacta, pero si se aplica al comunismo. El socialismo ha fracasado históricamente, al derrumbarse en 1990. Entonces, recuerda Iranzo, la URSS tenía una renta per cápita de 1.700 dólares y las repúblicas controladas por Rusia de 2.200. "Es decir, que en contra de lo que decía la propaganda, eran países subdesarrollados". Ese fracaso vino sobre todo por tres razones: "la falta de incentivos correctos, por no basarse en la propiedad privada, una estructura inercial y viscosa que no se adaptaba eficientemente a los cambios, y una ceguera impuesta porque los gestores no contaban con la información sobre las escaseces relativas, y que está contenida en los precios", cuando éstos se forman libremente.
Iranzo ha destacado que en la transición al mercado ha tenido especial importancia la seguridad de la propiedad privada, "que se está manifestando en la inversión en inmobiliario y en la industria, como es el caso del automóvil". En este punto ha hecho una dolida referencia a España por la inseguridad que se cierne sobre la propiedad privada, Y cita en concreto cómo en los últimos años ha caído la inversión en el inmobiliario, así como la propuesta de ley de nacionalización de los manantiales, "un sector con mucha inversión extranjera".
Entre las ventajas de la Europa ganada a la libertad están, además, los bajos costes laborales, con mercados de trabajo flexibles y una política fiscal menos agresiva que en otros países, con reducciones en la imposición directa. Tanto en Sociedades, como en la Renta y la Seguridad Social. La mayoría de los países del área crece más del 5 por ciento, destaca Juan Iranzo.