LD (Agenciasl) Como era de esperar, el encuentro entre Esperanza Aguirre y José Luis Roríguez Zapatero no ha defraudado. La presidenta, que se ha mostrado muy serena durante la rueda de prensa posterior al despacho, se ha felicitado del tono cordial que han mantenido durante la reunión gracias a que "el señor presidente es muy simpático, igual que yo". Una simpatía y una cordialidad que no ha evitado que las discrepancias afloraran.
Según Esperanza Aguirre, Zapatero ha reconocido que ha mantenido asfixiada a la Comunidad de Madrid porque "no ha invertido un euro en obra nueva en 2005, 2006 y 2007". Una afirmación que más tarde ha querido desmentir la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, matizando que en 2007 el Ejecutivo central destinó algo más de 200 millones de Euros a la capital de España.
Otro de los puntos discrepantes de esta reunión ha sido el anuncio por parte de Zapatero de que el Ejecutivo central no prevé finalizar las obras de la estación de cercanías de Sol hasta 2009. Esperanza Aguirre ha recordado que en 2006 se dio luz verde al proyecto y ahora dice que hasta 2009 no va a terminar las obras. "¡Hasta 2009!" ha clamado Aguirre, quien ha mostrado efusivamente su sorpresa porque el Gobierno no sea capaz de finalizar una obra en tres años. "La Comunidad de Madrid ha hecho en tres años 80 estaciones de un tamaño similar", ha recordado Aguirre.
Sobre este asunto, también ha señalado que Zapatero se ha refugiado en "las pegas" que puso el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad Autónoma por los restos arqueológicos para finalizar el proyecto. Pero Aguirre ha recordado que esos problemas se zanjaron en 2006.
No obstante, Aguirre ha logrado arrancarle al presidente algunos compromisos durante las dos horas que ha durado la reunión. La Comunidad de Madrid pasará a tener participación en la gestión de los trenes de Cercanías que pasan por su territorio, así como en la del aeropuerto de Barajas. Además, asumirá la M-40 con una inversión estatal de 400 millones de euros para acometer "todas las obras" de enlaces y ensanches que "necesita" esta carretera de circunvalación.
Otra de las propuestas que Zapatero ofreció a Aguirre fue la firma, en el plazo máximo de un mes, de un convenio sobre carreteras que incluye la licitación "inmediata" de la R-1 (alternativa a la carretera de Burgos), el apoyo del Gobierno central al cierre norte de la M-50, inversiones en carreteras nacionales así como el traspaso de la M-40 ya mencionado.
También se trató en la reunión el traspaso de las competencias de Cercanías. Mientras que Aguirre aseguró que Zapatero le prometió tratar por igual a todas las comunidades y que no iba a transferir estas competencias a Madrid, Salgado matizó que si bien el presidente negó efectivamente Cercanías a Madrid, sí las va a traspasar a la Generalidad porque está en el Estatuto. "El presidente se comprometió a traspasar Cercanías a Cataluña en el Debate sobre el Estado de la Nación. En el Estatuto de Cataluña figura ese traspaso y en el de Madrid no figura".
La ministra de Administraciones Públicas trasladó "el apoyó y solidaridad" del presidente del Gobierno a la alcaldesa de Lizarza, agredida y amenazada este fin de semana por izar la bandera española. El gobierno consideró intolerable que un grupo trate de impedir el cumplimiento de la legalidad.
La lucha contra ETA
Esperanza Aguirre también ha señalado que durante las dos horas de conversación con el presidente del Gobierno han abordado, entre otros asuntos, el tema de ETA. En este sentido, según la presidenta, Zapatero sostuvo que intentó llegar a una solución negociada con la banda terrorista "como han hecho todos sus predecesores".
Aguirre, por su parte, le replicó que era partidaria de que cumpliese el mandato parlamentario, pero le recordó que éste implicaba verificar la voluntad de ETA de abandonar las armas, y "eso no ha pasado". En opinión de Aguirre "me he dado cuenta de las detenciones y éxitos policiales y de cómo están luchando (contra ETA), pero sigo pensando que en la mente del presidente sigue estando la solución negociada y no tanto la derrota del terrorismo".
Por otro lado, Aguirre afirmó que sería "estupendo" que el presidente del Gobierno de la nación apoyase a la alcaldesa de Lizartza, Regina Otaola (PP), en "esa actitud valiente y heroica de, simplemente, hacer cumplir la ley para que en el País Vasco puedan disfrutar de libertad todos los ciudadanos, también los que no son nacionalistas", en referencia a izar la bandera española en el Ayuntamiento pese a las amenazas de los independentistas, según Efe.
Aguirre, por su parte, le replicó que era partidaria de que cumpliese el mandato parlamentario, pero le recordó que éste implicaba verificar la voluntad de ETA de abandonar las armas, y "eso no ha pasado". En opinión de Aguirre "me he dado cuenta de las detenciones y éxitos policiales y de cómo están luchando (contra ETA), pero sigo pensando que en la mente del presidente sigue estando la solución negociada y no tanto la derrota del terrorismo".
Por otro lado, Aguirre afirmó que sería "estupendo" que el presidente del Gobierno de la nación apoyase a la alcaldesa de Lizartza, Regina Otaola (PP), en "esa actitud valiente y heroica de, simplemente, hacer cumplir la ley para que en el País Vasco puedan disfrutar de libertad todos los ciudadanos, también los que no son nacionalistas", en referencia a izar la bandera española en el Ayuntamiento pese a las amenazas de los independentistas, según Efe.
"El cumplimiento de las leyes -dijo, en referencia a la ley de banderas- le corresponde al Gobierno de la nación; los ayuntamientos de la Comunidad de Madrid, si no la tienen (alguna bandera oficial en los mástiles de los edificios públicos) recibirán una circular de la Comunidad recordándoles lo que dice Constitución y los decretos", agregó.
Por su parte, la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, quien fue la portavoz del Gobierno tras la reunión de Zapatero y Aguirre, se refirió también al problema de las banderas y subrayó que las administraciones del Estado deben cumplir las sentencias firmes de los Tribunales.
"El Gobierno respeta todos los símbolos, y es lo que espera de todos los gobiernos autonómicos y locales", sentenció, antes de expresar el "apoyo y solidaridad" del Ejecutivo con la alcaldesa de Lizartza, ya que "es intolerable que un grupo pretenda por métodos violentos impedir el cumplimiento de la legalidad".