LD (EFE) "Tenemos derecho a tener consejeros en Iberdrola y estoy seguro de que los vamos a tener", indicó el presidente de ACS, Florentino Pérez en la rueda de prensa posterior a la junta de accionistas de ACS.
Pérez aseguró, no obstante, no tener prisa en materializar el objetivo estratégico de alcanzar el 20% de la eléctrica, que dependerá de la evolución de su precio de mercado.
"No estamos obsesionados por aumentar la participación, y nunca lo estaremos. Llegaremos al 20% en función del precio, sin prisa", declaró.
En este punto, indicó que ACS dispone de la "flexibilidad necesaria para poder acceder a los mercados de capitales de forma ágil y eficiente", y de que la compañía puede "perseguir aquellas oportunidades que encajen en su perfil de inversor industrial" gracias a su "capacidad de generar caja" y a su "sólida estructura financiera".
Asimismo, subrayó que la venta de la participación en Unión Fenosa permite a ACS "continuar sin ambigüedad su trayectoria en el sector de la energía desde su posición como primer accionista de Iberdrola". Esta operación redundó además en una reducción del endeudamiento del grupo, que cerró el pasado mes de marzo en los 8.983 millones de euros.
Contribuir a su desarrollo
Ante la junta general de accionistas de ACS, su presidente reiteró la "decidida e indiscutible vocación" del grupo por el sector energético, y que su intención con Iberdrola es "contribuir a su desarrollo empresarial", aportando su experiencia, y con el fin último de crear valor para todos los socios de esta compañía.
"Trataremos de colaborar en el crecimiento y la rentabilidad de Iberdrola junto con el resto de socios", insistió. Según apuntó, su actuación será similar a la que desarrolló en Unión Fenosa, o la que lleva a cabo en sus actuales participadas Hochtief (30%) y Abertis (25,8%).
"En ellas aplicamos nuestra experiencia y mejores prácticas para ayudar a incrementar la rentabilidad futura de las compañías y la de todos los accionistas", explicó.
No obstante, Florentino Pérez también reveló que ACS registró una pérdida bruta de 648 millones de euros de los contratos de derivados ('equity swaps') a través de los que controla de forma indirecta un 5,2% de su participación actual en Iberdrola, como consecuencia del descenso en la cotización de la eléctrica.
Según indicó, este importe está provisionado y se espera recuperarlo "cuando mejore el mercado", por considerar "poco previsible" para este ejercicio descensos en bolsa similares a los del pasado año.