L D (Agencias) Los perceptores extranjeros de incapacidad permanente ascendían en octubre a 5.789, en tanto que otros 5.017 se beneficiaban de una pensión de orfandad. Por último, sólo 97 perceptores no españoles cobraban una pensión en favor de familiares. Dentro de la reforma de pensiones que el Gobierno español está discutiendo con los agentes sociales, uno de los capítulos estrella es la reformulación de las pensiones de viudedad para adaptarlas a las nuevas situaciones familiares y para restaurar su carácter de renta de sustitución.
Actualmente, en España se cobran mensualmente unos dos millones de pensiones de viudedad, con un coste aproximado para la Seguridad Social de 900 millones de euros. La cuantía media de esta prestación, con datos a 1 de noviembre, es de 454,62 euros mensuales. El Gobierno se ha comprometido en la Ley de Presupuestos de 2006 a presentar en los próximos meses un proyecto al Parlamento, previa discusión en el marco del diálogo social, dirigido a que la pensión de viudedad recupere su objetivo de "prestación sustitutiva de las rentas perdidas como consecuencia del fallecimiento del causante".
Asimismo, este proyecto de ley deberá posibilitar la cobertura a las personas que, sin la existencia de vínculo matrimonial, conformen un núcleo familiar en el que se produzca una situación de dependencia económica y/o existan hijos menores comunes. El objetivo es, por un lado, recuperar el carácter sustitutivo de la pensión de viudedad, ampliar el espectro de beneficiarios (parejas de hecho, por ejemplo) y desvincular esta prestación de aquellas situaciones donde haya mediado un divorcio y no exista una relación económica y familiar.
La intención del Ejecutivo es acometer una reforma en dos tiempos, de tal forma que mediante el proyecto de ley que irá a las Cortes se extenderá a las parejas de hecho la pensión de viudedad y se desvinculará la misma de las situaciones de divorcio donde no haya pensión alimenticia. La segunda parte de la reforma consistiría en una reformulación integral de la pensión de viudedad. La edad media de acceso a esta pensión (unos 70 años) se ha elevado con el incremento de la esperanza de vida, lo que permitirá que la reforma resulte efectiva de forma paulatina.