LD (EFE) En un discurso pronunciado en la Cámara de Comercio de Charlotte, en Carolina del Norte, la máxima autoridad monetaria de Estados Unidos hizo un relato de los "vientos en contra" que soplan en la actualidad sobre el país. En concreto, se refirió a un endurecimiento en las condiciones de los prestamos hipotecarios, a una ralentización de la actividad inmobiliaria, y al fuerte encarecimiento que se está produciendo en los precios de la energía.
Pese a estos problemas, dijo, el gasto seguirá creciendo, aunque los consumidores mostrarán una mayor cautela, lo que permitirá al país lidiar con esta situación sin entrar en recesión. No obstante, Bernanke aseguró que la autoridad monetaria deberá estar "excepcionalmente alerta y ser flexible", lo que fue interpretado como el anuncio de una nueva bajada de tipos, que podría producirse en la reunión del 11 de diciembre, la última reunión del año.
Bernanke pronunció su discurso solo unas horas después de que la Casa Blanca rebajara en cuatro décimas la previsión de crecimiento para Estados Unidos para 2008, hasta colocarla en el 2,7 por ciento.
Pese a estos problemas, dijo, el gasto seguirá creciendo, aunque los consumidores mostrarán una mayor cautela, lo que permitirá al país lidiar con esta situación sin entrar en recesión. No obstante, Bernanke aseguró que la autoridad monetaria deberá estar "excepcionalmente alerta y ser flexible", lo que fue interpretado como el anuncio de una nueva bajada de tipos, que podría producirse en la reunión del 11 de diciembre, la última reunión del año.
Bernanke pronunció su discurso solo unas horas después de que la Casa Blanca rebajara en cuatro décimas la previsión de crecimiento para Estados Unidos para 2008, hasta colocarla en el 2,7 por ciento.