L D (EFE) Preguntado por la prensa, el portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios de la Comisión Europea, Gerassimos Thomas, recordó el principio de que "toda bajada de impuestos debe ir acompañada de una reducción equivalente de los gastos", para no empeorar el déficit. El próximo miércoles el gobierno alemán presentará el proyecto de presupuesto federal para 2004 que atrae toda la atención de Bruselas, donde se admite que Europa, y especialmente Alemania, tienen en estos momentos "un problema de crecimiento".
Alemania incumplió en 2002 el límite de déficit establecido en el Tratado (3% del PIB) y seguramente volverá a incumplirlo en 2003. Si no corrige su situación de déficit excesivo al tercer año, se enfrentaría a una fuerte sanción económica, por primera vez en la historia de la UEM. El canciller alemán, Gerhard Schroder, anunció el domingo una bajada de impuestos para el año próximo de unos 15.000 millones de euros, en un esfuerzo por potenciar el crecimiento de la maltrecha economía alemana, la más importante de Europa.
El portavoz comunitario saludó el hecho de que el Gobierno alemán haya mencionado dos tipos de intervenciones para financiar la reducción impositiva: una disminución de los subsidios, que tendrá un impacto sobre el déficit, y un adelanto de las privatizaciones, que influirá sobre la deuda. El presupuesto alemán contiene además, añadió el portavoz, el compromiso de avanzar en las reformas estructurales y de mantenerse dentro de las normas de la disciplina fiscal europea. Para Thomas, el elemento más importante ahora es ver cómo quedará el paquete financiero, pero consideró que hay "un claro esfuerzo de cumplir con las normas" de la Unión Económica y Monetaria (UEM).
Alemania incumplió en 2002 el límite de déficit establecido en el Tratado (3% del PIB) y seguramente volverá a incumplirlo en 2003. Si no corrige su situación de déficit excesivo al tercer año, se enfrentaría a una fuerte sanción económica, por primera vez en la historia de la UEM. El canciller alemán, Gerhard Schroder, anunció el domingo una bajada de impuestos para el año próximo de unos 15.000 millones de euros, en un esfuerzo por potenciar el crecimiento de la maltrecha economía alemana, la más importante de Europa.
El portavoz comunitario saludó el hecho de que el Gobierno alemán haya mencionado dos tipos de intervenciones para financiar la reducción impositiva: una disminución de los subsidios, que tendrá un impacto sobre el déficit, y un adelanto de las privatizaciones, que influirá sobre la deuda. El presupuesto alemán contiene además, añadió el portavoz, el compromiso de avanzar en las reformas estructurales y de mantenerse dentro de las normas de la disciplina fiscal europea. Para Thomas, el elemento más importante ahora es ver cómo quedará el paquete financiero, pero consideró que hay "un claro esfuerzo de cumplir con las normas" de la Unión Económica y Monetaria (UEM).