(Libertad Digital) Un artículo del Boletín Económico de junio de 2003 del Banco de España advierte de que los hipermercados podrían estar aumentando sensiblemente sus márgenes, "reflejando su mayor poder de negociación y el efecto de las barreras administrativas que han fijado algunas Comunidades Autónomas". Así consta en el escrito "Transformaciones estructurales, precios y márgenes en el sector de distribución al por menor de alimentos", de Ana Esteban y María de los Llanos del Servicio de Estudios de la entidad, que avisa que la fijación de precios de los distintos tipos de establecimientos parece obedecer a criterios diferentes, según informa EFE.
El informe añade que el análisis de los datos indica que las tiendas tradicionales han tendido a fijar precios comparativamente más elevados para compensar sus mayores costes y que son los supermercados los que establecen los precios más bajos. También indica que los datos de Central de Balance sobre hipermercados y principales cadenas de supermercados reflejan que estos establecimientos han mostrado, desde 1984, un notable dinamismo que se ha manifestado en crecimientos del valor añadido bruto (VAB) superiores al del total de sociedades no financieras y en importantes crecimientos del empleo.
El texto matiza que estas empresas han seguido estrategias comerciales distintas y así, hasta la mitad de la década de los noventa, el proceso de consolidación de los nuevos establecimientos en el sector habría requerido una política más agresiva en precios. Sin embargo, el artículo destaca que “con posterioridad, en un contexto de expansión más moderada (por culpa de las trabas de los gobiernos autonómicos), los márgenes comerciales y de explotación se habrían ampliado a un ritmo superior al de otros sectores, según la información de la Central de Balances".
Por último, recuerda que el sector sigue todavía muy atomizado y se observa una tendencia a la polarización, por un lado, un gran número de pequeñas tiendas y, por otro, un número menor de grandes operadores que agrupan a cadenas de supermercados e hipermercados.
El informe añade que el análisis de los datos indica que las tiendas tradicionales han tendido a fijar precios comparativamente más elevados para compensar sus mayores costes y que son los supermercados los que establecen los precios más bajos. También indica que los datos de Central de Balance sobre hipermercados y principales cadenas de supermercados reflejan que estos establecimientos han mostrado, desde 1984, un notable dinamismo que se ha manifestado en crecimientos del valor añadido bruto (VAB) superiores al del total de sociedades no financieras y en importantes crecimientos del empleo.
El texto matiza que estas empresas han seguido estrategias comerciales distintas y así, hasta la mitad de la década de los noventa, el proceso de consolidación de los nuevos establecimientos en el sector habría requerido una política más agresiva en precios. Sin embargo, el artículo destaca que “con posterioridad, en un contexto de expansión más moderada (por culpa de las trabas de los gobiernos autonómicos), los márgenes comerciales y de explotación se habrían ampliado a un ritmo superior al de otros sectores, según la información de la Central de Balances".
Por último, recuerda que el sector sigue todavía muy atomizado y se observa una tendencia a la polarización, por un lado, un gran número de pequeñas tiendas y, por otro, un número menor de grandes operadores que agrupan a cadenas de supermercados e hipermercados.