L D (Agencias) Los ministros de Competitividad de la UE mantendrán el próximo lunes un debate sobre las candidaturas de Vandellós y Cadarache tras la publicación del informe de expertos requerido por la Comisión Europea y que no se decantó por ninguna de ellas, aunque el documento destacó el ahorro de costes que tendría el proyecto español si finalmente era elegido. Por su parte, el comisario de Investigación, Philippe Busquin, expondrá a los ministros la situación actual y les reiterará la necesidad de que la UE presente una única candidatura en la fase final, a la que ya se han sumado Japón y Canadá. A continuación la Presidencia italiana pedirá a España y Francia que negocien de forma bilateral una solución que satisfaga a los dos países y que pueda ser adoptada por consenso por los Quince. Sin embargo, una decisión en este sentido sólo se producirá en la siguiente reunión de Competitividad del 27 de noviembre.
Fuentes diplomáticas españolas mostraron a Europa Press sus dudas de que los Quince tengan que votar entre la disyuntiva de una o dos candidaturas europeas. En su opinión, el Consejo de la UE sólo tiene mandato para aprobar dos asuntos: el texto del acuerdo internacional por el que se crea el ITER y el anexo sobre la creación de una empresa común. Este último punto obligará a los socios internacionales a que especifiquen el lugar de la sede, pero en opinión de España, el visto bueno de la UE es "a posteriori" y nada impide que haya dos candidaturas europeas en la fase final. Los siete socios internacionales que participan en el ITER son la UE, Estados Unidos, Canadá, Japón, Rusia, Corea del Sur y China. La construcción de ITER supondrá unas inversiones de 4.500 millones de euros en los próximos veinte años y la participación de al menos 3.000 científicos internacionales en su puesta en marcha, lo que supondrá dotar de un alto valor añadido científico y tecnológico al país que albergue esta gran instalación. El proyecto internacional tiene como objetivo estudiar la viabilidad tecnológica de la fusión nuclear como fuente energética. La fusión ha sido experimentada en máquinas de menor tamaño, pero es necesaria la construcción de un reactor de grandes dimensiones para avanzar en el camino que lleve a su utilización comercial.
Fuentes diplomáticas españolas mostraron a Europa Press sus dudas de que los Quince tengan que votar entre la disyuntiva de una o dos candidaturas europeas. En su opinión, el Consejo de la UE sólo tiene mandato para aprobar dos asuntos: el texto del acuerdo internacional por el que se crea el ITER y el anexo sobre la creación de una empresa común. Este último punto obligará a los socios internacionales a que especifiquen el lugar de la sede, pero en opinión de España, el visto bueno de la UE es "a posteriori" y nada impide que haya dos candidaturas europeas en la fase final. Los siete socios internacionales que participan en el ITER son la UE, Estados Unidos, Canadá, Japón, Rusia, Corea del Sur y China. La construcción de ITER supondrá unas inversiones de 4.500 millones de euros en los próximos veinte años y la participación de al menos 3.000 científicos internacionales en su puesta en marcha, lo que supondrá dotar de un alto valor añadido científico y tecnológico al país que albergue esta gran instalación. El proyecto internacional tiene como objetivo estudiar la viabilidad tecnológica de la fusión nuclear como fuente energética. La fusión ha sido experimentada en máquinas de menor tamaño, pero es necesaria la construcción de un reactor de grandes dimensiones para avanzar en el camino que lleve a su utilización comercial.