LD (EFE) El crecimiento económico de la eurozona puede caer este año a niveles próximos al estancamiento, en el peor de los casos, aunque se recuperará en 2004, según el Banco Central Europeo (BCE). En sus proyecciones semestrales divulgadas este jueves en el boletín mensual, la entidad pronostica que la economía de los doce países de la zona crecerá en 2003 entre el 0,4 y el 1,0 por ciento. Una clara recuperación no se producirá hasta 2004, para cuando prevé un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de entre el 1,1 y 2,1 por ciento.
Para el conjunto de 2003, la inflación se moverá entre el 1,8 y 2,2 por ciento y en 2004 descenderá a entre el 1,1 y por 2,1 por ciento, cifras que se ajustan al modelo de estabilidad de los precios fijado por el banco emisor. En mayo, la media de inflación en los países de la Unión Monetaria se colocó en el 1,9 por ciento, según datos provisionales de la Oficina de Estadísticas Eurostat.
En España , la tasa interanual de inflación el mes pasado fue del 2,7 por ciento, aún por encima del tope del 2 por ciento establecido por el BCE, pero "aceptable", según el miembro de su directorio Eugenio Domingo Solans, teniendo en cuenta su mayor crecimiento económico respecto a otros países de la zona.
Pese a que el ritmo de incremento del Indice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) puede descender hasta el 0,7 por ciento el próximo año, la autoridad monetaria no ve riesgos de deflación en el área . Sin embargo, sí ha reconocido que algunos países, como Alemania, pueden deslizarse por la senda de una caída continuada de los precios por algún tiempo.
El banco ha restado importancia al posible efecto negativo de la revalorización del euro sobre las exportaciones europeas, subrayando que también se ha abaratado la importación de productos energéticos facturados en dólares. Pese a los pronósticos más positivos para 2004, el banco advierte de que "continúan existiendo riesgos a la baja para el crecimiento económico, en particular los derivados de la anterior acumulación de desequilibrios macroeconómicos fuera de la eurozona y la persistente incertidumbre sobre la economía por la neumonía atípica".
Para el conjunto de 2003, la inflación se moverá entre el 1,8 y 2,2 por ciento y en 2004 descenderá a entre el 1,1 y por 2,1 por ciento, cifras que se ajustan al modelo de estabilidad de los precios fijado por el banco emisor. En mayo, la media de inflación en los países de la Unión Monetaria se colocó en el 1,9 por ciento, según datos provisionales de la Oficina de Estadísticas Eurostat.
En España , la tasa interanual de inflación el mes pasado fue del 2,7 por ciento, aún por encima del tope del 2 por ciento establecido por el BCE, pero "aceptable", según el miembro de su directorio Eugenio Domingo Solans, teniendo en cuenta su mayor crecimiento económico respecto a otros países de la zona.
Pese a que el ritmo de incremento del Indice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) puede descender hasta el 0,7 por ciento el próximo año, la autoridad monetaria no ve riesgos de deflación en el área . Sin embargo, sí ha reconocido que algunos países, como Alemania, pueden deslizarse por la senda de una caída continuada de los precios por algún tiempo.
El banco ha restado importancia al posible efecto negativo de la revalorización del euro sobre las exportaciones europeas, subrayando que también se ha abaratado la importación de productos energéticos facturados en dólares. Pese a los pronósticos más positivos para 2004, el banco advierte de que "continúan existiendo riesgos a la baja para el crecimiento económico, en particular los derivados de la anterior acumulación de desequilibrios macroeconómicos fuera de la eurozona y la persistente incertidumbre sobre la economía por la neumonía atípica".