LD (EFE) El BCE considera, en su boletín mensual de agosto, que "hay razones para esperar que la actividad económica se recuperará gradualmente en la segunda mitad de 2003 y se fortalecerá más en 2004". El banco afirma que hay señales de que la confianza económica se empieza a estabilizarse y espera que el incremento de los ingresos reales disponibles favorezca el crecimiento del consumo. Además, el BCE confía en que el bajo nivel de los tipos de interés y las condiciones financieras beneficien a la inversión.
El banco estima que la recuperación de la demanda externa compensará los efectos derivados de la apreciación del euro, por lo que considera que el nivel actual de los tipos de interés es adecuado para mantener la estabilidad de precios a medio plazo. En su reunión del pasado 31 de julio, el consejo de gobierno del BCE mantuvo inalterado el precio del dinero, actualmente en el 2 por ciento, el nivel más bajo para todos los países que componen la Unión Monetaria (UM) desde 1948.
En relación con los precios, la evolución de los alimentos y del petróleo, que refleja, en parte, las condiciones meteorológicas, el BCE considera que se puede producir una volatilidad temporal y limitada en la tasa de inflación. De cualquier modo, la entidad monetaria europea prevé que la inflación se situará este año en torno al 2 por ciento y en 2004 ligeramente por debajo de esta cifra.
Además, la institución monetaria europea insiste en la importancia de que los políticos de la zona contribuyan a crear un clima que conduzca a una recuperación de la confianza de los agentes económicos. Por eso, el BCE reitera la necesidad de que algunos países corrijan sus desequilibrios en las finanzas públicas y vuelvan a la filosofía del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Estos esfuerzos en el frente fiscal deben ir acompañados de pasos decisivos sobre las reformas estructurales en los mercados laboral y de productos para conducirlas a una distribución más eficiente de los recursos.
El banco estima que la recuperación de la demanda externa compensará los efectos derivados de la apreciación del euro, por lo que considera que el nivel actual de los tipos de interés es adecuado para mantener la estabilidad de precios a medio plazo. En su reunión del pasado 31 de julio, el consejo de gobierno del BCE mantuvo inalterado el precio del dinero, actualmente en el 2 por ciento, el nivel más bajo para todos los países que componen la Unión Monetaria (UM) desde 1948.
En relación con los precios, la evolución de los alimentos y del petróleo, que refleja, en parte, las condiciones meteorológicas, el BCE considera que se puede producir una volatilidad temporal y limitada en la tasa de inflación. De cualquier modo, la entidad monetaria europea prevé que la inflación se situará este año en torno al 2 por ciento y en 2004 ligeramente por debajo de esta cifra.
Además, la institución monetaria europea insiste en la importancia de que los políticos de la zona contribuyan a crear un clima que conduzca a una recuperación de la confianza de los agentes económicos. Por eso, el BCE reitera la necesidad de que algunos países corrijan sus desequilibrios en las finanzas públicas y vuelvan a la filosofía del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Estos esfuerzos en el frente fiscal deben ir acompañados de pasos decisivos sobre las reformas estructurales en los mercados laboral y de productos para conducirlas a una distribución más eficiente de los recursos.