LD (EFE) Los líderes del G8 celebraron en el balneario francés de Evian una reunión o "diálogo ampliado" con once países en vías de desarrollo que el presidente galo, Jacques Chirac, cree que tiene muchas posibilidades de continuar en las próximas ediciones de este tipo de cumbres.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se atrevió a asegurar que después de la reunión de hoy no concibe que las próximas cumbres del G8 se celebren sin la presencia de los países en desarrollo. "No hay marcha atrás posible", señaló Lula, quien se atrevió a decir que el próximo año, durante la presidencia estadounidense, "difícilmente se hará una reunión en la que no se invite a los países que estaban presentes hoy".
En medio de una gran expectación por su asistencia en Evian, Lula se mostró optimista y afirmó que esta reunión "puede marcar una nueva relación entre los países ricos y los países en vías de desarrollo". Por su parte, Chirac, que en su función de anfitrión de esta Cumbre explicó cómo había resultado este diálogo entre líderes de países ricos y países pobres, aseguró que tiene "la intuición", a falta de confirmación, de que el presidente estadounidense, George W. Bush, retome esta iniciativa en el G8 que organizará en su país el próximo año.
A Evian fueron invitados los líderes de Egipto, Argelia, Nigeria, Sudáfrica, Marruecos (el rey Mohamed VI, sin embargo, no asistió), Senegal, México, Brasil, China, Arabia Saudí, Malasia e India, que compartieron mesa con los del G8: Francia, Estados Unidos, Italia, Canadá, Japón, Rusia y Reino Unido. El canciller alemán no asistió al "diálogo ampliado", retenido por un congreso especial de su partido en Alemania.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se atrevió a asegurar que después de la reunión de hoy no concibe que las próximas cumbres del G8 se celebren sin la presencia de los países en desarrollo. "No hay marcha atrás posible", señaló Lula, quien se atrevió a decir que el próximo año, durante la presidencia estadounidense, "difícilmente se hará una reunión en la que no se invite a los países que estaban presentes hoy".
En medio de una gran expectación por su asistencia en Evian, Lula se mostró optimista y afirmó que esta reunión "puede marcar una nueva relación entre los países ricos y los países en vías de desarrollo". Por su parte, Chirac, que en su función de anfitrión de esta Cumbre explicó cómo había resultado este diálogo entre líderes de países ricos y países pobres, aseguró que tiene "la intuición", a falta de confirmación, de que el presidente estadounidense, George W. Bush, retome esta iniciativa en el G8 que organizará en su país el próximo año.
A Evian fueron invitados los líderes de Egipto, Argelia, Nigeria, Sudáfrica, Marruecos (el rey Mohamed VI, sin embargo, no asistió), Senegal, México, Brasil, China, Arabia Saudí, Malasia e India, que compartieron mesa con los del G8: Francia, Estados Unidos, Italia, Canadá, Japón, Rusia y Reino Unido. El canciller alemán no asistió al "diálogo ampliado", retenido por un congreso especial de su partido en Alemania.