L D (EFE) Tras cumplir sanción y no jugar en el Reyno de Navarra, Zidane aprovechaba para trabajar junto a Ronaldo antes de demostrar este martes que ha superado sus molestias en el tobillo y que está listo para que el Racing, el Villarreal en el Bernabéu y el Sevilla sean sus últimos minutos con la camiseta blanca. En un clima de optimismo el más jovial fue el inglés David Beckham, que cumplía 31 años este martes, y que a la conclusión del suave entrenamiento invitó a un ágape a sus compañeros y a los medios de comunicación, un hecho poco habitual.
Si Zidane volvía a un grupo en el que también entrenaban con normalidad el danés Thomas Gravesen y el uruguayo Carlos Diogo, tras superar una sinovitis y una gastroenteritis respectivamente, Ronaldo seguía su recuperación en solitario, Iker Casillas se quedaba en el gimnasio y Baptista en manos de los fisioterapeutas. Ronaldo trabajó en un campo anexo con intensidad. Realizó ejercicios de velocidad, de carrera en seprint, demostrando que su reaparición está muy próxima y podría llegar ante el Villarreal en el estadio Santiago Bernabéu.
Mientras, Baptista trabajó a destajo con los médicos y fisioterapeutas del club para intentar recuperarse del esguince de tobillo que sufre en su tobillo derecho tras la fuerte entrada de Moha. Después de guardar reposo este lunes y aplicarse hielo siguiendo el tratamiento médico que le pusieron los galenos madridistas, Baptista fue examinado en La Ciudad Real Madrid y es duda para jugar en Santander. Dependerá de la evolución que tenga en las próximas horas aunque la cercanía del encuentro ante el Rácing, hacen más que complicada su recuperación.