L D (EFE) A los 31 años, el que fuera elegido tres veces por la FIFA como mejor jugador del mundo (1998, 2000 y 2003) piensa que no tiene mucho margen para seguir creciendo porque le "queda poco tiempo de carrera", según dice él mismo, en una entrevista que publica el diario argentino Clarín, "dos o tres años" más.
El astro francés confiesa que se siente atraído por el fútbol sudamericano porque en países como Argentina y Brasil "se hacen cosas que no se ven en otros campeonatos" y "se ven triangulaciones" durante los partidos. "Ojalá que en Europa se jugara como en Sudamérica, porque creo que allá la gente disfruta más con las paredes que con el fútbol que en general se hace en Europa", considera.
Igualmente, opina que en España "la gente disfruta del juego" y en su caso personal renueva la pasión por el fútbol porque "siempre, cada año, hay que ganar algo, sobre todo cuando se juega en el Real Madrid y eso genera ambición". Zidane confiesa que alguna vez le gustaría jugar en Argentina, país en el que nunca estuvo, y se inclina por el estadio del River Plate, club en el que brilló su ídolo, el uruguayo Enzo Francescoli, y del que surgió el argentino Santiago Solari, compañero suyo en el Madrid. "Para mí Enzo es como Dios. Fue el jugador que miré y admiré cuando estaba en Marsella, el mejor que he visto, por las cosas que hacía con la pelota y por cómo era en lo personal. Si alguien piensa que he llegado a su nivel, sería lo máximo", señala.
A la hora de analizar el actual nivel del fútbol mundial, Zidane lo considera bueno y estima que "en este momento la clave pasa por lo físico" y "la realidad es que cada año se juegan más partidos y eso hace que el espectáculo sea cada vez menos bonito". Sobre qué hará después de colgar las botas, el centrocampista afirma que seguirá ligado al fútbol, porque dice que no quiere y en realidad no sabe "hacer otra cosa", pero aclara que "por una cuestión de personalidad" no será entrenador.