Zidane confirma su retirada definitiva de la selección francesa

L D (EFE) En una primera reacción al anuncio de la retirada, Domenech indicó que a partir de ahora el famoso número 10 de la selección lo llevará puesto él mismo en el banquillo, una forma de decir que nadie volverá a vestirlo en el terreno de juego.

Zizou asegura que dejar la camiseta azul del equipo nacional "no es fácil: uno se da cuenta de que han pasado diez años de carrera con cosas bonitas y no tan bonitas... pero sobre todo bonitas. Es difícil decir que se deja todo eso, pero en un determinado momento, hay que saber decir basta".

Afirma que su retirada de los bleus "no es una cabezonada" súbita, sino que le rondaba en la cabeza desde hace tiempo, antes de la Eurocopa de Portugal, en la que Francia volvió a decepcionar al ser eliminada en los cuartos de final. "Siempre es más fácil hacerlo cuando se pierde que cuando se sigue ganando. En ese caso se tienen ganas de continuar para poder tener las mismas sensaciones. Cuando se pierde, se hace más fácilmente", argumentó. Sobre sus razones personales, en las últimas semanas mucho se ha especulado sobre su voluntad de permitir a la nueva generación consolidarse de cara a los próximos compromisos, pero los que mejor lo conocen han insistido en su voluntad de poder dedicar más tiempo a su familia.

El responsable de fichajes del Cannes, que descubrió al genial jugador cuando tenía sólo 14 años, Jean Varaud, indicaba que Zidane le había advertido hace un mes de que dejaba la selección: "Está cansado y ha perdido la motivación. Y no es el único". La retirada del marsellés de padres argelinos, símbolo de una integración que muchos querrían que siguiera sirviendo de referencia en un momento en que parece amenazada en Francia, se produce poco después de la de otros tres jugadores que marcaron el cenit de la selección con la victoria en el Mundial de 1998: Marcel Desailly, Lilian Thuram y Bixente Lizarazu.

Zinedine Zidane había comenzado su carrera como internacional el 17 de agosto de 1994 contra la República Checa, en un partido en el que salió al terreno de juego como sustituto, y la última vez que vistió la camiseta de los "bleus" fue el pasado 25 de junio cuando su selección perdió con Grecia en Portugal. Entre esas dos fechas, el punto culminante de su carrera fue el 12 de julio de 1998 en la final del Mundial de Francia en que el equipo anfitrión ganó frente al siempre mítico Brasil, gracias en particular a dos goles que lo convirtieron en el héroe de un país. Muestra de ello es que todavía hoy Zidane es la personalidad pública más apreciada de los franceses.