L D (EFE) Juande inscribe su nombre en los libros sagrados del club del noreste de Londres, donde recaló hace unos cuatro meses para dar la vuelta a los esquemas de los 'Spurs' y dibujar el borrador de un nuevo equipo, que ha conseguido su primer título desde 1999. Que la ocasión era especial para esta plantilla quedó patente desde el silbato inicial. Con un juego ordenado, abarcando todas las esquinas del campo, muy al gusto de su entrenador, fueron los pupilos de Juande los que protagonizaron las primeras llegadas al área del Chelsea. Y fueron unas cuantas. El Tottenham se recreó en el dominio de la pelota hasta el punto de acorralar, casi, en este comienzo copero, el área del conjunto de Avram Grant.
El israelí optó en el ataque por un tándem poco habitual: el francés Nicolás Anelka y el marfileño Didier Drogba, en detrimento del inglés Joe Cole, con frecuencia el hombre más imaginativo de la ofensiva 'blues', que arrancó la final como suplente. El minuto 8 deparó una ocasión interesante para los 'Spurs', con un remate de cabeza del francés Pascal Chimbonda que se fue al larguero, a un lanzamiento de esquina del internacional inglés Aaron Lennon, una acción que pudo haber desnivelado el marcador. Por su parte, el Chelsea salió más conservador. Por cada internada peligrosa que ponía en escena el once del manchego, los 'blues' apiñaban todo un escuadrón de defensas, replegados en un planteamiento nada arriesgado en comparación con su rival.
Un tiro libre, a los 20 minutos, de Jermaine Jenas fue torpemente rematado por Jonathan Woodgate, quien dejó que la pelota se escapara por encima de las mallas del checo Petr Cech. En el 27, con la ayuda del atacante irlandés Keane, fue esta vez el francés Steed Malbranque el que dio otro susto al cancerbero del Chelsea, con otro ensayo desde la izquierda que puso en pie a la hinchada 'Lillywhite'. Frente al comienzo más que notable del equipo de Ramos, a los 'Blues' les faltó inventiva y convicción en un primer acto en el que apenas dispusieron de ocasiones. Crearon tensión a la media hora de juego con dos disparos de falta consecutivos que inquietaron, aunque lo justo, a su rival, uno a cargo de Frank Lampard, y el otro obra de Drogba.
Y quizá por eso, por ese despliegue flojo del equipo del suroeste londinense, por ese fútbol nada vistoso que emplearon en la primera mitad, dolió tanto que fuera este conjunto el que se adelantase en el marcador. Se trató de un lanzamiento de falta de Drogba desde la central del área que no logró abortar Paul Robinson, que se tiró mal a por el balón. El gol asestó un fuerte revés a la moral, antes exultante, de los 'Spurs', cuyo juego comenzó a languidecer de forma visible y a echar en falta los momentos de creatividad de los primeros compases.
El paso por vestuarios no hizo reaccionar a la formación de Ramos. Quizá les faltó el recordatorio de la importancia del "aspecto psicológico" del juego, tal y como insiste su entrenador. Lo cierto es que el Chelsea aprovechó la coyuntura para convertirse, ahora, en el dominador. Sin embargo, unas manos dentro del área del zaguero Wayne Bridge, dieron un respiro al técnico español, al pitar el árbitro un penalti a favor de los 'Spurs', que transformó el búlgaro Dimitar Berbatov (m.69). El gol del empate cambió la dinámica de la segunda parte. El marfileño Didier Zokora malgastó una oportunidad excelente que pudo haber definido el choque a favor del Tottenham con una jugada en solitario en un cara a cara con el portero del Chelsea a siere minutos del final; y Berbatov tuvo en su poder otra bola que frenó con pericia Cech. Antes de la prórroga, los 'Spurs' volvieron a poner a sus aficionados en vilo con un potente remate de Keane, de chilena, a un pase de Woodgate.
Y fue precisamente ese jugador el héroe por casualidad para la plantilla de White Hart Lane, al anotar aprovechando un rechace de Cech, que chocó con la cabeza del defensa en el tercer minuto de la prórroga. Con el gol de Woodgate llegó otro balón de oxígeno para este equipo, que jugaba ahora con cinco zagueros y que se lanzó al ataque como un poseso frente a un Chelsea que ya no aflojó la presión y que tuvo una ocasión de nivelar con un tiro del suplente Solomon Kalou que salvó Robinson. Si para colocarse en la final, el Tottenham tuvo que fulminar al actual líder de la 'Premier', el Arsenal, con un histórico 5-1 que varió los cálculos de muchos, Juande Ramos se apuntaba el placer de arrebatarle este trofeo a otro de los pesos pesados de este país. Grant, por contra, dejaba escapar la ocasión perfecta de redimir su figura ante la hostil afición del Chelsea, que aún no se ha sacudido el recuerdo del portugués José Mourinho.
El israelí optó en el ataque por un tándem poco habitual: el francés Nicolás Anelka y el marfileño Didier Drogba, en detrimento del inglés Joe Cole, con frecuencia el hombre más imaginativo de la ofensiva 'blues', que arrancó la final como suplente. El minuto 8 deparó una ocasión interesante para los 'Spurs', con un remate de cabeza del francés Pascal Chimbonda que se fue al larguero, a un lanzamiento de esquina del internacional inglés Aaron Lennon, una acción que pudo haber desnivelado el marcador. Por su parte, el Chelsea salió más conservador. Por cada internada peligrosa que ponía en escena el once del manchego, los 'blues' apiñaban todo un escuadrón de defensas, replegados en un planteamiento nada arriesgado en comparación con su rival.
Un tiro libre, a los 20 minutos, de Jermaine Jenas fue torpemente rematado por Jonathan Woodgate, quien dejó que la pelota se escapara por encima de las mallas del checo Petr Cech. En el 27, con la ayuda del atacante irlandés Keane, fue esta vez el francés Steed Malbranque el que dio otro susto al cancerbero del Chelsea, con otro ensayo desde la izquierda que puso en pie a la hinchada 'Lillywhite'. Frente al comienzo más que notable del equipo de Ramos, a los 'Blues' les faltó inventiva y convicción en un primer acto en el que apenas dispusieron de ocasiones. Crearon tensión a la media hora de juego con dos disparos de falta consecutivos que inquietaron, aunque lo justo, a su rival, uno a cargo de Frank Lampard, y el otro obra de Drogba.
Y quizá por eso, por ese despliegue flojo del equipo del suroeste londinense, por ese fútbol nada vistoso que emplearon en la primera mitad, dolió tanto que fuera este conjunto el que se adelantase en el marcador. Se trató de un lanzamiento de falta de Drogba desde la central del área que no logró abortar Paul Robinson, que se tiró mal a por el balón. El gol asestó un fuerte revés a la moral, antes exultante, de los 'Spurs', cuyo juego comenzó a languidecer de forma visible y a echar en falta los momentos de creatividad de los primeros compases.
El paso por vestuarios no hizo reaccionar a la formación de Ramos. Quizá les faltó el recordatorio de la importancia del "aspecto psicológico" del juego, tal y como insiste su entrenador. Lo cierto es que el Chelsea aprovechó la coyuntura para convertirse, ahora, en el dominador. Sin embargo, unas manos dentro del área del zaguero Wayne Bridge, dieron un respiro al técnico español, al pitar el árbitro un penalti a favor de los 'Spurs', que transformó el búlgaro Dimitar Berbatov (m.69). El gol del empate cambió la dinámica de la segunda parte. El marfileño Didier Zokora malgastó una oportunidad excelente que pudo haber definido el choque a favor del Tottenham con una jugada en solitario en un cara a cara con el portero del Chelsea a siere minutos del final; y Berbatov tuvo en su poder otra bola que frenó con pericia Cech. Antes de la prórroga, los 'Spurs' volvieron a poner a sus aficionados en vilo con un potente remate de Keane, de chilena, a un pase de Woodgate.
Y fue precisamente ese jugador el héroe por casualidad para la plantilla de White Hart Lane, al anotar aprovechando un rechace de Cech, que chocó con la cabeza del defensa en el tercer minuto de la prórroga. Con el gol de Woodgate llegó otro balón de oxígeno para este equipo, que jugaba ahora con cinco zagueros y que se lanzó al ataque como un poseso frente a un Chelsea que ya no aflojó la presión y que tuvo una ocasión de nivelar con un tiro del suplente Solomon Kalou que salvó Robinson. Si para colocarse en la final, el Tottenham tuvo que fulminar al actual líder de la 'Premier', el Arsenal, con un histórico 5-1 que varió los cálculos de muchos, Juande Ramos se apuntaba el placer de arrebatarle este trofeo a otro de los pesos pesados de este país. Grant, por contra, dejaba escapar la ocasión perfecta de redimir su figura ante la hostil afición del Chelsea, que aún no se ha sacudido el recuerdo del portugués José Mourinho.
Ficha técnica del partido
Chelsea, 1: Cech; Belletti, Carvalho, Terry, Bridge; Obi Mikel (Joe Cole, m.8), Wright-Phillips (Kalou, m.71), Essien (Ballack, m.87), Lampard; Anelka y Drogba
Tottenham Hotspur, 2: Robinson; Chimbonda (Huddleston, m.60), King, Woodgate, Hutton; Zokora, Jenas, Malbranque (Tainio, m.74), Lennon; Keane (Kaboul, m.102) y Berbatov
Goles: 1-0, m.38. Drogba; 1-1, m.69: Berbatov, de penalti; 1-2: m.93: Woodgate
Árbitro: Mark Halsey (Lancashire). Mostró tarjeta amarilla a Zokora, Tainio y Jenas, del Tottenham Hotspur.
Incidencias: Final de la Copa de la Liga inglesa (Carling Cup), disputada en el estadio londinense de Wembley ante 87.660 espectadores