L D (EFE) Vinokourov, el favorito en Londres, el ídolo kazako de las rodillas destrozadas, no estaba en quiebra. Sólo estaba herido. Y lo ha demostrado de manera portentosa para imponerse en la cronometrada de 54 kilómetros con un tiempo de una hora, seis minutos y 34 segundos, a una media de 48,7 kilómetros por hora. De momento ya sube diez puestos en la general para situarse noveno a 5:10 de Rasmussen (Rabobank), que conserva el maillot amarillo al perder 'sólo' tres minutos. Segundo ha sido el australiano Cadel Evans (Predictor-Lotto) a 1:14, y tercero el alemán Andreas Kloden (Astana) a 1:39. El jefe del Astana ya está noveno en la general a 5:10 del líder.
Alberto Contador ha salvado los muebles para el ciclismo español porque el batacazo ha sido considerable. El escalador madrileño, magnífico, ha sido séptimo a 2:18 de 'Vino', por lo que salta al tercer puesto de la general y alumbra la esperanza hasta el largo camino hacia París. Será el faro que ilumine la entrada en los Pirineos, donde se avecinan grandes batallas. Alejandro Valverde ha mostrado su peor cara al realizar una crono decepcionante. Incluso fue doblado por Rasmussen, no precisamente un especialista. Perdió en meta 6:08 minutos, cuatro segundos más que Iban Mayo. "Sabía que iba a perder un tiempo importante. Hice lo que pude y ya está", decía el jefe de filas del Caisse d'Epargne, afectado por un descalabro que le despeñó del segundo al undécimo puesto de la general.
Pero menos mal que no todo ha sido malo para el ciclismo español. Mikel Astarloza (Euskaltel) ha sido décimo a 2:42 y tiene ese mismo puesto en la general a 5:07. Juanma Gárate (Lampre) y Juanjo Cobo han acabado decimoquinto y decimosexto, respectivamente, mientras que Óscar Pereiro (Caisse d'Epargne) ha sido decimonoveno a 3:23 y Carlos Sastre (CSC) se ha dejado 4:01, pero aguantó séptima en la lista de principales a 4:45, aún con vida. Rasmussen aguanta la prenda dorada en vísperas del primer acto pirenaico. Se hizo fuerte el escalador danés para defender con uñas y dientes la prenda dorada. Ahora tiene como principales enemigos a Cadel Evans a un minuto y a Contador, a 2:31. El Astana, además de la reacción de 'Vino', celebra la cuarta plaza de Kloden a 2:34 y la sexta de Kashechkin a 4:23.
El Tour ha salido muy vivo camino de la montaña, con la clasificación apretada. La contrarreloj en Albi, la ciudad natal de Toulouse Lautrec, tuvo mucha repercusión y marcó diferencias, como se esperaba, y aportó una brava reacción de Vinokourov que se vio venir desde su despegue en la rampa de salida. La primera referencia a tener en cuenta fue la del británico Bradley Wiggins, el campeón del mundo y olímpico de persecución, que paró el cronómetro en una hora, ocho minutos y 48 segundos. El suizo Fabian Cancellara, sin embargo, fue la primera gran decepción porque por culpa de una caída llegó a más de seis minutos del corredor del Cofidis. Líder la primera semana del Tour, el corredor del CSC tuvo una experiencia para olvidar.
La marca de Wiggins empezó a ser triturada por Vinokourov desde el primer punto intermedio, en el kilómetro 18, donde el kazako ya había dejado claro que es un corredor recuperado y con ambición depredadora. En la cima de la Cota de Bauzié (kilómetro 38,5), 'Vino' ya tenía contra las cuerdas a Valverde, que cruzó a 4:34 del campeón de la Vuelta. Nadie se acercaba al registro de 50:07 minutos que había señalado el resucitado corredor kazako, el mejor en una prueba larga, disputada sobre asfalto mojado y recorrido muy exigente, en el que algunos se fueron al suelo como Cancellara, Kloden, Kashechkin, Gusev e Iñaki Isasi. Pero esta vez Vinokourov no se cayó. Sabe que a sus 33 años tiene tal vez su última oportunidad para llevarse a casa el Tour de Francia, en cuyo historial aparecen cuatro victorias suyas. Ha sabido salir airoso de un calvario y quiere dirigirse hacia la gloria.
La carrera entra ahora en los Pirineos con la disputa de la decimocuarta etapa, de 197 kilómetros entre Mazamet y Plateau de Beille. Se trata del primer final en alto en esta cordillera. El Col de Pailheres, de 16,8 kilómetros y un desnivel del 7,2 por ciento, será la principal dificultad antes del ascenso final, un puerto de 15,9 kilómetros al 7,9 por ciento de pendiente media.