"No tengo miedo. Será una aventura interesante. Más aún, este es un desafío. Creo que mi trabajo en Rusia dará un nuevo impulso a mi carrera", afirmó Muñoz en una entrevista que publica el diario "Sport-Express".
Muñoz, que ha entrenado a lo largo de su carrera a equipos como el Zaragoza, Getafe, Villarreal, Mallorca y Panathinaikos, considera que "el fútbol une a la gente y hace que se olviden las diferencias e incluso los conflictos". "Sé que para Chechenia y su pueblo el Térek significa mucho y juega un papel pacificador. En mi opinión, esto es fantástico", dijo.
Debido a la guerra entre la guerrilla y las fuerzas federales, y a los atentados terroristas, Chechenia fue un territorio maldito para el fútbol entre 1994 y 2008, año en que se reanudaron los partidos oficiales en Grozni, capital de la república.
El técnico aragonés opina que "el fútbol ruso ha mejorado mucho en los últimos años", como quedó demostrado con la selección y clubes como el Zenit o el CSKA Moscú.
En cuanto a la próxima temporada, Muñoz apuntó que los objetivos deben ser "altos", una vez que el equipo defraudó a la afición al quedar décimo segundo en el campeonato ruso. "Debemos pelear por estar en los puestos altos de la tabla. Aunque, para empezar hay que crear un colectivo con capacidad de lucha", indicó.
Muñoz, que estaba en paro desde abril de 2009 tras ser destituido como técnico del Getafe, sustituirá en el cargo al ruso Anatoli Baidachni, que no cumplió con las expectativas de la directiva, que contaba con clasificarse para competiciones europeas.
El Térek, que hizo historia en 2004 al adjudicarse la Copa de Rusia y disputar por vez primera en su historia la UEFA, terminó la actual temporada décimo segundo con 33 puntos, sólo tres por encima del descenso.
El presidente de Chechenia y del Térek, Ramzán Kadírov, que es quien decide todo en el club, aseguró hoy que el equipo del sur de Rusia tiene plantilla para disputar la Liga Europa.