El Gran Premio de Japón se ha resuelto tal y como apuntaban todos los pronósticos, es decir, con los dos coches de Red Bull en las primeras posiciones. Si bien es cierto que se esperaba una mayor superioridad de los dos monoplazas de la escudería austriaca, el resto de equipos no pudieron poner en peligro en ningún momento el doblete de Red Bull.
Sebastián Vettel fue el hombre fuerte de la escudería del toro y se corona como el rey del circuito japonés de Suzuka, después de su segunda victoria consecutiva en el trazado nipón. El piloto alemán ha corrido aquí dos veces y en las dos ha ganado la carrera desde la pole. De cerca siempre ha estado su compañero de equipo Mark Webber, que con la segunda posición, se mantiene líder del Mundial.
El invitado en el baile de los Red Bull fue el piloto español Fernando Alonso, el único que pudo seguir el ritmo y generó alguna inquietud en el equipo austriaco. El de Ferrari no pudo acercarse lo suficiente a los de Red Bull, pero demostró que podía rodar en los tiempos de cabeza, presionando en todo momento a Mark Webber, que cruzó la meta con tan sólo un segundo y medio de ventaja sobre Alonso. Una guerra de tiempos que el ovetense gestionó a la perfección pese a la inferioridad del F10 respecto a los monoplazas de la escudería austriaca.
También lo intentó el vigente campeón del mundo, Jenson Button, quien lideró la carrera, en el tramo intermedio. El inglés salió con neumáticos duros lo que le permitió alargar la parada y liderar el Gran Premio durante diez vueltas, pero su ritmo no fue suficiente para adelantar en boxes las posiciones necesarias, y finalmente cruzó la línea de meta en cuarta posición.
Una batalla por el cajón que comenzó desde el mismo momento en que se apagó el semáforo en rojo. Los cinco aspirantes al título de campeón del mundo rodaron en las cinco primeras posiciones desde la primera vuelta, tras una salida accidentada en la que el coche de seguridad tuvo que salir después de un doble accidente: el de Petrov en el arranque del Gran Premio y el que tuvo como protagonistas a Felipe Massa y a Liuzzi, en las primeras enlazadas. Las diferencias entre los candidatos fueron mínimas. Todos, los cinco, apretaron los dientes hasta el final y no dieron por perdidas las opciones de conseguir el mayor número de puntos de cara al campeonato.
El piloto peor parado en la lucha, más de tiempos que de cuerpo a cuerpo, fue el inglés Lewis Hamilton, que después de un fin de semana para olvidar veía cómo era adelantado por su compañero de equipo, Jenson Button, a nueve vueltas para el final. Un nuevo problema en la caja de cambios del McLaren dejaba al inglés sin opciones para luchar por el podio. El español Jaime Alguersuari firmó una buena carrera al cruzar en duodécima posición, remontando cinco posiciones.
La tercera posición de Fernando Alonso confirma la regularidad de Ferrari y afianza su candidatura al Mundial de pilotos. El asturiano sigue en segunda posición empatado a puntos con Sebastian Vettel, y a 14 del líder Makc Webber. A tan sólo tres carreras para que acabe el campeonato, las distancias siguen apretándose y la competencia entre los tres equipos de cabeza es cada vez mayor.