L D (EFE) Verdasco, número 16 de la ATP, necesitó dos horas y 33 minutos para hacerse acreedor a la 'txapela' de campeón frente a un rival que empezó dominando y disfrutó incluso de tres bolas de partido en el segundo set, pero que acabó acusando el desgaste de la semifinal frente a Juan Carlos Ferrero.
La final no defraudó al público que abarrotó La Casilla. Los dos protagonistas ofrecieron un duelo vibrante que fue creciendo en intensidad con el paso de los minutos hasta alcanzar el punto álgido en el 'tie-break' de la segunda manga que comenzó a inclinar la final a favor del héroe de la final de la Copa Davis en Mar del Plata.
Robredo, vigésimo primer jugador mundial, comenzó el partido más enchufado que Verdasco y, gracias al 'break' logrado en el primer juego, encarriló el primer set con relativa comodidad por 6-4 en 36 minutos. En el segundo, los dos tenistas exhibieron un sólido juego desde el fondo de la pista que, después de una rotura de servicio por raqueta, desembocó en esa 'muerte súbita' que ofreció golpes de muchos quilates que levantaron al público de sus asientos en varias ocasiones.
Robredo desaprovechó la primera bola de partido con su saque y las otras dos al resto, mientras que Verdasco, con un golpe de derecha demoledor, esperó hasta la cuarta pelota de set para igualar el marcador. En el tercer set, los síntomas de cansancio eran más evidentes en el catalán, que, aún así resistió hasta el cinco iguales. Verdasco rompió el servicio en blanco a Robredo y selló su victoria con su saque ante un público bilbaíno que ha disfrutado de tres jornadas de tenis de un nivel nunca visto en la capital vizcaína.
"Para ser la primera vez que se celebra un torneo de este nivel el público ha estado increíble. Desde que tenía 14 años, en el Sport Goofy -que se celebra en Getxo- no había jugado por aquí y me he sentido muy a gusto. Ojalá se haga más años, que se consolide y quien sabe si Bilbao pueda tener un torneo ATP", señalaba Verdasco al término del partido.