L D (EFE) PyeongChang se impuso en la primera votación con 51 papeletas, frente a las 40 de Vancouver y las 16 de Salzburgo, que quedaba eliminada. En la ronda definitiva la ciudad canadiense ganó por 56-53. Ha sido un claro movimiento táctico de los miembros europeos del COI, mayoría en el organismo, que protegieron así a sus candidatas para los Juegos de Verano de 2012 -Madrid, París, Londres, Moscú, Leipzig y Estambul- y luego, al dar el triunfo a Vancouver, se quitaron de encima a otra ciudad canadiense, Toronto, que hubiera sido dentro de dos años una rival de la máxima entidad.
Para empeorar las cosas, Salzburgo ha hecho una presentación pública muy deficiente, centrada en el patrimonio cultural de la ciudad y ajena a los aspectos técnicos de la candidatura, mientras que PyeongChang logró emocionar hasta las lágrimas a algunos miembros del COI con imágenes de la reunificación de las familias divididas entre Corea del Norte y del Sur. Aunque fuera por un pequeño margen, los miembros del COI reunidos en Praga apostaron al final por la modernidad y la multiculturalidad de una ciudad joven, nacida de la inmigración, con gran parte de las instalaciones ya construidas y excelentes infraestructuras de comunicación y transporte. Estas ventajas pesaron más que la distancia de 120 kilómetros que separa la ciudad de las pistas de esquí, en la subsede de Whistler, y que obligará a doblar esfuerzos presupuestarios para construir carreteras, aumentar la flota de vehículos y levantar dos villas olímpicas y dos estadios para las ceremonias de entrega de medallas.
Se ha cumplido una vez más la regla no escrita de rotación entre continentes y, tras la edición de Turín en 2006, los Juegos volverán cuatro años después a América. La rotación hubiese sido más completa con la victoria de PyeongChang, puesto que los Juegos de 2002 fueron en la ciudad estadounidense de Salt Lake City, pero la pequeña localidad coreana, recién nacida al negocio del deporte de invierno, se quedó a tres votos de un triunfo histórico que hubiera cambiado la vida de sus habitantes para siempre. En su debut en este tipo de ceremonias, al anunciar el resultado el presidente del COI, el belga Jacques Rogge, recordaba a las ciudades eliminadas en la primera fase del proceso, hace un año, entre las que figuraba la española Jaca.
Luego abrió el sobre con el nombre de la vencedora, a las 17,43 horas en España, las 08,43 en Vancouver, cuya delegación saltó de alegría. Mientras, fuera de la sala, decenas de jóvenes coreanos agitaron banderas de su país con los lemas de «Paz» y «Sí PyeongChang», muchos ya entre lágrimas. Rogge y el alcalde de Vancouver, Larry Campbell, firmaron de inmediato el contrato que compromete a la ciudad a trabajar por los Juegos los próximos siete años. Los defensores de la candidatura, con el primer ministro Jean Chretien al frente, habían hecho unas horas antes, en su última presentación ante el COI, especial énfasis en las garantías económicas del proyecto, dado que a Canadá le cabe el dudoso honor de haber organizado los últimos Juegos deficitarios de la historia, los de Montreal´76.
No parece que eso pueda ocurrir en 2010, pues Vancouver presenta un proyecto muy estudiado y el sector público está dispuesto a invertir 929,5 millones de dólares en la preparación de los Juegos. El presupuesto del Comité Organizador rondaría los 972,5 millones. Con casi 600.000 habitantes, Vancouver es una ciudad con una población muy joven en la que, después del inglés, el idioma más hablado es el chino, seguido del punjabí. Todas las pruebas de hielo se disputarán en 2010 en la propia ciudad de Vancouver y todas las de nieve en Whistler, una selecta estación catalogada como la mejor de Norteamérica. La ciudad dispone ya de la mayoría de las instalaciones deportivas necesarias para los Juegos y sólo tendría que construir un estadio de hockey, otro de patinaje y uno de curling, además de emprender reformas menores en algunas sedes. Los Juegos viajarán a una de las potencias mundiales en deportes de invierno, sobre todo en hockey, patinaje de velocidad y curling. Su equipo obtuvo en Salt Lake City el quinto lugar en el medallero, con diecisiete podios.
La elección de la sede de los Juegos ha supuesto un nuevo éxito de convocatoria para el COI, que reunió en Praga a los tres primeros ministros de los países candidatos -el canadiense Jean Chretien, el austriaco Wolfgang Schüssel y el surcoreano Kun Goh- y a numerosas caras conocidas del deporte, entre ellas al alemán Franz Beckenbauer, que apoyaba a Salzburgo. La decisión supone una gran noticia para las candidatas europeas a los Juegos de Verano del año 2012, Madrid entre ellas, por cuanto unos Juegos en Salzburgo, tras los de Atenas 2004 y Turín 2006, habrían obligado a mirar a otro continente para la siguiente edición. La próxima vez que el COI celebre elecciones para designar una sede olímpica será en el año 2005, en Singapur, donde se elegirá precisamente la sede de verano del 2012. Para que Madrid y sus rivales lleguen a esa votación habrán tenido que pasar previamente un primer corte, en junio de 2004.
Para empeorar las cosas, Salzburgo ha hecho una presentación pública muy deficiente, centrada en el patrimonio cultural de la ciudad y ajena a los aspectos técnicos de la candidatura, mientras que PyeongChang logró emocionar hasta las lágrimas a algunos miembros del COI con imágenes de la reunificación de las familias divididas entre Corea del Norte y del Sur. Aunque fuera por un pequeño margen, los miembros del COI reunidos en Praga apostaron al final por la modernidad y la multiculturalidad de una ciudad joven, nacida de la inmigración, con gran parte de las instalaciones ya construidas y excelentes infraestructuras de comunicación y transporte. Estas ventajas pesaron más que la distancia de 120 kilómetros que separa la ciudad de las pistas de esquí, en la subsede de Whistler, y que obligará a doblar esfuerzos presupuestarios para construir carreteras, aumentar la flota de vehículos y levantar dos villas olímpicas y dos estadios para las ceremonias de entrega de medallas.
Se ha cumplido una vez más la regla no escrita de rotación entre continentes y, tras la edición de Turín en 2006, los Juegos volverán cuatro años después a América. La rotación hubiese sido más completa con la victoria de PyeongChang, puesto que los Juegos de 2002 fueron en la ciudad estadounidense de Salt Lake City, pero la pequeña localidad coreana, recién nacida al negocio del deporte de invierno, se quedó a tres votos de un triunfo histórico que hubiera cambiado la vida de sus habitantes para siempre. En su debut en este tipo de ceremonias, al anunciar el resultado el presidente del COI, el belga Jacques Rogge, recordaba a las ciudades eliminadas en la primera fase del proceso, hace un año, entre las que figuraba la española Jaca.
Luego abrió el sobre con el nombre de la vencedora, a las 17,43 horas en España, las 08,43 en Vancouver, cuya delegación saltó de alegría. Mientras, fuera de la sala, decenas de jóvenes coreanos agitaron banderas de su país con los lemas de «Paz» y «Sí PyeongChang», muchos ya entre lágrimas. Rogge y el alcalde de Vancouver, Larry Campbell, firmaron de inmediato el contrato que compromete a la ciudad a trabajar por los Juegos los próximos siete años. Los defensores de la candidatura, con el primer ministro Jean Chretien al frente, habían hecho unas horas antes, en su última presentación ante el COI, especial énfasis en las garantías económicas del proyecto, dado que a Canadá le cabe el dudoso honor de haber organizado los últimos Juegos deficitarios de la historia, los de Montreal´76.
No parece que eso pueda ocurrir en 2010, pues Vancouver presenta un proyecto muy estudiado y el sector público está dispuesto a invertir 929,5 millones de dólares en la preparación de los Juegos. El presupuesto del Comité Organizador rondaría los 972,5 millones. Con casi 600.000 habitantes, Vancouver es una ciudad con una población muy joven en la que, después del inglés, el idioma más hablado es el chino, seguido del punjabí. Todas las pruebas de hielo se disputarán en 2010 en la propia ciudad de Vancouver y todas las de nieve en Whistler, una selecta estación catalogada como la mejor de Norteamérica. La ciudad dispone ya de la mayoría de las instalaciones deportivas necesarias para los Juegos y sólo tendría que construir un estadio de hockey, otro de patinaje y uno de curling, además de emprender reformas menores en algunas sedes. Los Juegos viajarán a una de las potencias mundiales en deportes de invierno, sobre todo en hockey, patinaje de velocidad y curling. Su equipo obtuvo en Salt Lake City el quinto lugar en el medallero, con diecisiete podios.
La elección de la sede de los Juegos ha supuesto un nuevo éxito de convocatoria para el COI, que reunió en Praga a los tres primeros ministros de los países candidatos -el canadiense Jean Chretien, el austriaco Wolfgang Schüssel y el surcoreano Kun Goh- y a numerosas caras conocidas del deporte, entre ellas al alemán Franz Beckenbauer, que apoyaba a Salzburgo. La decisión supone una gran noticia para las candidatas europeas a los Juegos de Verano del año 2012, Madrid entre ellas, por cuanto unos Juegos en Salzburgo, tras los de Atenas 2004 y Turín 2006, habrían obligado a mirar a otro continente para la siguiente edición. La próxima vez que el COI celebre elecciones para designar una sede olímpica será en el año 2005, en Singapur, donde se elegirá precisamente la sede de verano del 2012. Para que Madrid y sus rivales lleguen a esa votación habrán tenido que pasar previamente un primer corte, en junio de 2004.