(Libertad Digital) El Osasuna afrontó el partido ante el Madrid con las debidas precauciones y un respeto que, acentuado o no, le impidió sacar provecho de las buenas aproximaciones por banda urdidas por Valdo y, sobre todo, Delporte. Quería el equipo de 'Cuco' Ziganda, pero su empuje distaba mucho del tradicional acoso y derribo hacia un rival que comenzó impreciso y enseñando desajustes defensivos que no le impedirían hacerse con las riendas del envite a las primeras de cambio.
Mientras el conjunto de Fabio Capello le tomaba el pulso a la contienda, el Osasuna gozó de alguna que otra galopada que no fructificó debido, principalmente, a la falta de acompañamiento en ataque. Delporte se ofrecía por la izquierda y Valdo maniobraba como falso interior diestro, pero el conjunto pamplonés moría en el intento frente a un Madrid cada vez más solvente y más seguro de sí. La iniciativa 'rojilla' carecía de veneno, tal es así que tras una veloz transición bien urdida por Delporte, pero mal finalizada por Webó, el Real Madrid asomó en ataque y, con Van Nistelrooy en el lugar precisó, dejó a Osasuna a rebufo; la primera en la frente.
Inusualmente cómodo en un terreno tradicionalmente hostil, el Real Madrid comenzó a crecer de la mano de Guti, mientras el Osasuna, empequeñecido de súbito, empezaba a remar contracorriente. Así las cosas, Sergio Ramos rozó el 0-2 con un testarazo picado a la salida de una falta botada por Guti, y, a renglón seguido, el Osasuna acarició la igualada a partir de un servicio de Delporte que, mal despejado por Helguera, dejó a Raúl García sólo frente a Casillas. Pero el disparo no halló puerta.
El Osasuna amagó con venirse arriba, pero su reacción murió cuando, a raíz de una falta hábilmente resuelta por Casillas a disparo de Puñal, el Madrid introdujo una pausa que, no sin suerte, le llevó hasta el 0-2. Van Nistelrooy, sembrado, recogió un rechace dentro del área y le dio la puntilla a un adversario que, preparado para otro tipo de partido, ya no tendría nada que decir. Luego, ya a las puertas del descanso, con Osasuna a la deriva y el estadio enmudecido, el internacional holandés completó su particular 'hat-trick' con un lanzamiento seco, casi sin ángulo, que sorprendió al otrora inexpugnable Ricardo.
En la reanudación, después de escuchar los primeros signos de desaprobación, Ziganda recurrió a Milosevic y David López en un intento, baldío, de remover un partido resuelto. Valdo dejó la banda en manos de David López y pasó a desenvolverse en ataque frente a un rival al que, de tanto descansar sobre Diarra y Emerson, empezó a acumulársele el trabajo. Las navarros se apropiaron de la pelota y, con la venia merengue, trasladaron la contienda a terreno de un Real Madrid acomodado en su amplia renta. Más allá de un par de andanadas de Javier Flaño y Puñal, el monólogo local se antojaba inocuo, pero superado el cuarto de hora, Valdo encontró el gol a la salida de un saque de esquina que, siquiera de forma transitoria, sirvió de toque de atención para las huestes de Capello.
De ahí al final, Osasuna lo intentó hasta donde pudo, hasta donde las fuerzas y el estímulo le acompañaron. El Real Madrid, por su parte, se limitó a verlas venir con Reyes haciendo las veces de Robinho y Raúl tapando agujeros por todos los lados. De mirar arriba, de florituras, nada de nada. Para eso estaba Van Nistelrooy, que en la segunda mitad, con los deberes hechos, no tuvo necesidad de aparecer... hasta el final, hasta que Emerson le brindó la posibilidad de rematar su portentosa faena con un cuarto tanto excelente. El "matador" se ensañó con la pieza y se marchó dejando un Osasuna agonizante.
Ficha técnica del partido Mientras el conjunto de Fabio Capello le tomaba el pulso a la contienda, el Osasuna gozó de alguna que otra galopada que no fructificó debido, principalmente, a la falta de acompañamiento en ataque. Delporte se ofrecía por la izquierda y Valdo maniobraba como falso interior diestro, pero el conjunto pamplonés moría en el intento frente a un Madrid cada vez más solvente y más seguro de sí. La iniciativa 'rojilla' carecía de veneno, tal es así que tras una veloz transición bien urdida por Delporte, pero mal finalizada por Webó, el Real Madrid asomó en ataque y, con Van Nistelrooy en el lugar precisó, dejó a Osasuna a rebufo; la primera en la frente.
Inusualmente cómodo en un terreno tradicionalmente hostil, el Real Madrid comenzó a crecer de la mano de Guti, mientras el Osasuna, empequeñecido de súbito, empezaba a remar contracorriente. Así las cosas, Sergio Ramos rozó el 0-2 con un testarazo picado a la salida de una falta botada por Guti, y, a renglón seguido, el Osasuna acarició la igualada a partir de un servicio de Delporte que, mal despejado por Helguera, dejó a Raúl García sólo frente a Casillas. Pero el disparo no halló puerta.
El Osasuna amagó con venirse arriba, pero su reacción murió cuando, a raíz de una falta hábilmente resuelta por Casillas a disparo de Puñal, el Madrid introdujo una pausa que, no sin suerte, le llevó hasta el 0-2. Van Nistelrooy, sembrado, recogió un rechace dentro del área y le dio la puntilla a un adversario que, preparado para otro tipo de partido, ya no tendría nada que decir. Luego, ya a las puertas del descanso, con Osasuna a la deriva y el estadio enmudecido, el internacional holandés completó su particular 'hat-trick' con un lanzamiento seco, casi sin ángulo, que sorprendió al otrora inexpugnable Ricardo.
En la reanudación, después de escuchar los primeros signos de desaprobación, Ziganda recurrió a Milosevic y David López en un intento, baldío, de remover un partido resuelto. Valdo dejó la banda en manos de David López y pasó a desenvolverse en ataque frente a un rival al que, de tanto descansar sobre Diarra y Emerson, empezó a acumulársele el trabajo. Las navarros se apropiaron de la pelota y, con la venia merengue, trasladaron la contienda a terreno de un Real Madrid acomodado en su amplia renta. Más allá de un par de andanadas de Javier Flaño y Puñal, el monólogo local se antojaba inocuo, pero superado el cuarto de hora, Valdo encontró el gol a la salida de un saque de esquina que, siquiera de forma transitoria, sirvió de toque de atención para las huestes de Capello.
De ahí al final, Osasuna lo intentó hasta donde pudo, hasta donde las fuerzas y el estímulo le acompañaron. El Real Madrid, por su parte, se limitó a verlas venir con Reyes haciendo las veces de Robinho y Raúl tapando agujeros por todos los lados. De mirar arriba, de florituras, nada de nada. Para eso estaba Van Nistelrooy, que en la segunda mitad, con los deberes hechos, no tuvo necesidad de aparecer... hasta el final, hasta que Emerson le brindó la posibilidad de rematar su portentosa faena con un cuarto tanto excelente. El "matador" se ensañó con la pieza y se marchó dejando un Osasuna agonizante.
Osasuna, 1: Ricardo; Javier Flaño, Josetxo, Miguel Flaño, Corrales; Valdo, Puñal, Nekounam, Raúl García (David López, m.46), Delporte (Héctor Font, m.58); y Webó (Milosevic, m.46)
Real Madrid, 4: Casillas; Sergio Ramos, Cannavaro, Helguera, Roberto Carlos; Emerson, Diarra; Raúl, Guti (Beckham, m.83), Robinho (Reyes, m.64); y Van Nistelrooy
Goles: 0-1, m.11: Van Nistelrooy; 0-2, m.26: Van Nistelrooy; 0-3, m.44: Van Nistelrooy, de tiro ajustado al palo; 1-3, m.63: Valdo, de cabeza; 1-4, m.83: Van Nistelrooy, a pase de Emerson
Árbitro: Teixeira Vitienes (Colegio cántabro). Amonestó a los locales Corrales (m.22), Delporte (m.37), Javier Flaño (m.39), Miguel Flaño (m.66), Josetxo (m.70), Ricardo (m.70) y Héctor Font (m.75), así como al visitante Helguera (m.67)
Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de Liga en Primera División disputado en el estadio Reyno de Navarra ante 17.753 espectadores. Corrales vio la quinta amarilla y será baja en Huelva