(Libertad Digital) No brilló el Valencia, aunque sí dominó a un rocoso Mallorca. El equipo insular demostró de nuevo por qué está en una zona tan cómoda de la clasificación y volvió a enseñarle los dientes a los che, que en muchos minutos pecaron de inocencia y quedaron atrapados contra las cuerdas. Una primera parte bastante anodina dio paso a un vibrante encuentro tras el paso por vestuarios.
Las oportunidades se sucedieron -Jankovic estrelló un disparo en el larguero y Villa puso en apuros a Moyá en ocasiones-, pero finalmente fue Joaquín el que resolvió un decisivo mano a mano para darle los tres puntos al Valencia. El ex bético mejora partido a partido, aunque quizás esta resurrección futbolística le ha llegado demasiado tarde. El Valencia, por su parte, también ha llegado con retraso al andén que lleva a la Liga, pero las opciones están ahí y un pinchazo de cualquiera de los de arriba les dará opciones renovadas.
El Zaragoza es quien merece un puesto europeo el año que viene. Los de Víctor Fernández se sobrepusieron a la tromba de agua que cayó durante todo el partido y arrollaron a un débil Athletic en la primera mitad. Luego, se durmieron y dejaron acercarse a los leones heridos peligrosamente en el marcador. El hat trick de Aduriz fue insuficiente para los rojiblancos, que tienen que seguir peleando por evitar el descenso.
Quien lo tiene bastante más complicado es el Nástic. Una derrota este sábado ante el Betis lo hundía directamente y sin posibilidad de apelación en Segunda División. Los verdiblancos también tienen mucho que perder en estos partidos que quedan y su miedo los condenó en el minuto 89, cuando Portillo -otro que ha dado un salto espectacular de calidad este año- los tumbaba en la lona. Sin embargo, volvió a aparecer el espíritu del último minuto, como sucedió la semana pasada en el Camp Nou, y Xisco, en el 92, igualó el marcador.