L D (EFE) En estos momentos ambas tripulaciones están juntas a bordo del ABN Amro 2, que está atravesando por un momento difícil a nivel moral después de la muerte de su tripulante Hans Horrevoets, cuyo cadáver aún no ha podido ser trasladado desde el barco a tierra, y que ha dado toda una lección de camaradería y honor al renunciar a seguir adelante en la etapa para prestar ayuda al barco español, con quien ha estado navegando en paralelo durante las últimas quince horas.
El estado de la mar es muy agitado, aunque el viento ha caído hasta los siete nudos (12 Km/h.) de intensidad. Esto ha provocado que el paso de la tripulación de un barco a otro haya sido más fácil. El parte meteorológico anuncia para las próximas seis horas la llegada de un frente de bajas presiones con vientos de 40 a 50 nudos (72 a 90 Km/h.) de intensidad y olas de 9 a 11 metros en esta zona de navegación. Esto ha adelantado la decisión de transferir del Movistar al barco holandés su tripulación y abandonar el suyo debido a que no se tenía la seguridad que con los daños estructurales sufridos en su quilla pivotante se pudiesen aguantar las extremas condiciones climatológicas que se esperan en las próximas horas.
La Royal Navy británica ha respondido inmediatamente a la situación de emergencia y el la patrullera de rescate marítimo HMS Mersey ha dejado su amarre en Milford Haven, al Sur de Gales y se dirige al encuentro de la embarcación holandesa. El barco de la Armada Inglesa tiene previsto encontrarse con el ABN Amro 2 en unas ocho horas, mientras que el patrón del barco holandés, Sebastian Jossé ha decidido tomar rumbo hacia la costa.
Provisiones y enseres personales han sido transferidos junto a la tripulación del Movistar al ABN Amro 2, que está equipado con dos balsas salvavidas para 10 personas cada una. El barco ha sido abandonado con su generador y su sistema de comunicaciones Inmarsat Satcom C en marcha, por lo que estará en todo momento monitorizado. Pedro Campos, director del equipo español, visiblemente consternado, ha indicado: "Está siendo el momento más duro de toda mi carrera deportiva desde que perdimos en 1999 a Martín Wizner entrenando para la Copa América en Valencia."
"A lo largo de esta noche interminable mis pensamientos estaban con la tripulación y sus familias, con los que he hablado, y la decisión de esta mañana de abandonar el barco, aunque dura para cualquier deportista, era la única que debíamos tomar, porque por encima de todo están las personas y sus familias", ha añadido Campos. Ha finalizado dirigiéndose a la tripulación y al patrocinador con estas palabras: "Quiero agradecer a la tripulación su excepcional comportamiento en todo momento y a nuestro patrocinadores el total apoyo que nos están dando en las difíciles decisiones que hemos tenido que tomar".
El estado de la mar es muy agitado, aunque el viento ha caído hasta los siete nudos (12 Km/h.) de intensidad. Esto ha provocado que el paso de la tripulación de un barco a otro haya sido más fácil. El parte meteorológico anuncia para las próximas seis horas la llegada de un frente de bajas presiones con vientos de 40 a 50 nudos (72 a 90 Km/h.) de intensidad y olas de 9 a 11 metros en esta zona de navegación. Esto ha adelantado la decisión de transferir del Movistar al barco holandés su tripulación y abandonar el suyo debido a que no se tenía la seguridad que con los daños estructurales sufridos en su quilla pivotante se pudiesen aguantar las extremas condiciones climatológicas que se esperan en las próximas horas.
La Royal Navy británica ha respondido inmediatamente a la situación de emergencia y el la patrullera de rescate marítimo HMS Mersey ha dejado su amarre en Milford Haven, al Sur de Gales y se dirige al encuentro de la embarcación holandesa. El barco de la Armada Inglesa tiene previsto encontrarse con el ABN Amro 2 en unas ocho horas, mientras que el patrón del barco holandés, Sebastian Jossé ha decidido tomar rumbo hacia la costa.
Provisiones y enseres personales han sido transferidos junto a la tripulación del Movistar al ABN Amro 2, que está equipado con dos balsas salvavidas para 10 personas cada una. El barco ha sido abandonado con su generador y su sistema de comunicaciones Inmarsat Satcom C en marcha, por lo que estará en todo momento monitorizado. Pedro Campos, director del equipo español, visiblemente consternado, ha indicado: "Está siendo el momento más duro de toda mi carrera deportiva desde que perdimos en 1999 a Martín Wizner entrenando para la Copa América en Valencia."
"A lo largo de esta noche interminable mis pensamientos estaban con la tripulación y sus familias, con los que he hablado, y la decisión de esta mañana de abandonar el barco, aunque dura para cualquier deportista, era la única que debíamos tomar, porque por encima de todo están las personas y sus familias", ha añadido Campos. Ha finalizado dirigiéndose a la tripulación y al patrocinador con estas palabras: "Quiero agradecer a la tripulación su excepcional comportamiento en todo momento y a nuestro patrocinadores el total apoyo que nos están dando en las difíciles decisiones que hemos tenido que tomar".