Un penalti transformado por Tiko en el descuento da vida al Athletic frente al Cádiz

L D (EFE) De inicio, el conjunto rojiblanco presentó una variación con respecto a lo que se había venido apuntando durante la semana en Lezama, el de Expósito por Dañobeitia, con lo que Iraola salió de interior. No le sirvió de mucho esa decisión a Javier Clemente, ya que para el minuto 17 el de Usurbil tuvo que atrasarse al lateral al tener que recomponer las líneas como consecuencia de haberse quedado su equipo en inferioridad numérica. El Athletic se quedó con diez jugadores por expulsión de Amorebieta, que casi se sacó a sí mismo dos tarjetas amarillas en dos jugadas casi seguidas.

No fueron las del lateral izquierdo las primeras amonestaciones que recibió el conjunto local, ya que antes ya había visto una Yeste por adelantarse al pitido del árbitro en un saque de falta. Si Clemente tuvo que cambiar rápido de planes, algo parecido le pasó a Víctor Espárrago, en su caso por lesión de Pavoni en una de las primeras jugadas del partido. No obstante, la entrada al campo de Morán en el minuto 5 solo significó un cambio de hombre.

El choque comenzó movido en asuntos aleatorios al juego, pero muy escaso de fútbol. Un saque de falta de Yeste que se marchó cruzado sin que lo rematase nadie (min.5) y un cabezazo alto de Aduriz en un córner que botó Yeste (min.30) fue todo lo que dio de sí el ataque rojiblanco que se quedó en casi nada tras la expulsión. Por el Cádiz, que se animó al quedarse con superioridad numérica, apenas si destacar antes del descanso un tiro desde el borde de Medina que se fue alto (min.40).

Con el segundo tiempo se fue algo arriba el Athletic, que tuvo en un fuerte disparo de Aduriz desde la frontal una buena oportunidad (min.48). El duro lanzamiento del delantero donostiarra, no obstante, salió alto. Otro chut de Urzaiz, sin mucha fuerza, fue un segundo intento local en unos primeros minutos de la segunda mitad en los que buscó la portería rival. Después se hizo el Cádiz con el control del juego y del partido, manejando bien el balón al Athletic y combinando en corto para cansar a los locales.

No llegó mucho al área bilbaíno el conjunto amarillo, pero de alguna opción sí gozó. La más clara, un cabezazo de Fleurquin a saque de córner cuando Lafuente se había quedado a media salida (min.80). Cuando el partido parecía encaminarse a un 0-0 que era un mal menor para ambos equipos en vista de las circunstancias, llegó el genial toque desde la esquina de Guerrero -que salió a poco del final para relevar aun reventado Aduriz-, el posterior penalti de Varela y los dos disparos de Iraola y Tiko en medio de la agonía de una grada de San Mamés que recibió el triunfo como si de la final de la Liga de Campeones se tratase.