El Valencia ha frenado las aspiraciones del FC Barcelona tras firmar un empate sin goles en Mestalla, en el partido más destacado de la séptima jornada de la Liga BBVA, lo que enfrasca nuevamente en el campeonato al Real Madrid, que de este modo recorta dos puntos la distancia con los líderes. El punto de su visita a tierras levantinas supone el primer tropiezo de los catalanes tras su curso inmaculado hasta la fecha, lo que confirma a los valencianistas como el segundo conjunto en conseguir frenar, junto al Inter de Milán, a los de Guardiola, y el primero en el panorama nacional.
El Real Madrid ha sufrido para ganar al Valladolid, que despertó a la media hora de partido. Para entonces Raúl ya había marcado dos goles, después del homenaje que le habían hecho instantes antes del partido. El equipo de Pellegrini se durmió, lo que aprovechó el Valladolid para venirse arriba y Nauzet , de falta directa, marcó un auténtico golazo para el equipo pucelano. Cuando más inquietaba la portería el equipo de Mendilíbar con un inspirado Diego Costa, Marcelo , al filo del descanso, anotaba el 3-1 que parecía definitivo. El Madrid se marchaba a los vestuarios con una renta de dos goles, pero sin realizar un gran fútbol.En la reanudación el Madrid no mejoró y Marquitos , en una contra perfectamente finalizaba, hacía el segundo para los de Mendilíbar. Para entonces, Pellegrini tuvo que poner toda la carne en el asador y sacaba a Kaká e Higuaín para intentar resolver el partido. Y el 'Pipita' respondió a la perfección con una gran vaselina que batía a un adelantado Jacobo. De esta forma, el Real Madrid cerraba un encuentro peligroso tras la buena actuación del correoso Valladolid.
En el otro partido de la jornada, el Deportivo de La Coruña ha sorprendido al Sevilla en su feudo tras un golazo de Juan Rodríguez. El equipo coruñés no sabe dónde está su techo y ha logrado su cuarta victoria consecutiva de la temporada, otra vez sin encajar goles, y amargó al Sevilla con un intenso repliegue y un golazo en una jugada aislada. La defensa del conjunto blanquiazul en campo propio y la falta de dinamismo del Sevilla en ataque, sin Luis Fabiano en el campo, ralentizaron el juego hasta el aburrimiento en los primeros 35 minutos de partido.