Un gol de Ronaldo y dos de Figo dan la clasificación al Real Madrid en Roma

L D (EFE) Un "día de Ronaldo", anotando un gol y provocando el penalti que representaba la "puntilla" para el rival, dio el triunfo al Real Madrid en su visita al Roma (0-3) y, con ello, el pase a los octavos de final de la Liga de Campeones, en un partido atípico, al jugarse sin público y que tuvo en el brasileño a su gran protagonista y en Luis Figo a su excelente acompañante.

En medio de una atmósfera poco deseable para la que denomina una "fiesta del fútbol", con un inmenso estadio vacío (80.000 espectadores de capacidad), donde se sentía cuanto hablaban o protestaban los jugadores, y dando más sensación de un entrenamiento sin público, el Real Madrid cumplió su objetivo.

 Ahora, enfrente estuvo un Roma "extraño", con "segundas filas", que una vez constatado desde la anterior jornada (casi desde mucho antes), que no se jugaba nada más que el honor de poder estrenar su casillero de victorias y que, estando fuera de Europa, dejó fuera a sus estrellas. Así, Luigi Del Neri, técnico romanista, ya en las vísperas había dejado claro que le importaba el propio campeonato nacional y no convocó a sus jugadores más importantes y significativos (Totti, Cassano, Montella, Panucci), "oficialmente" por sufrir molestias físicas. Algo que pocos se creen.

Lo contrario ocurría en el Real Madrid, que precisaba vencer para estar en octavos de final y se presentó con todo su potencial. El portugués Luis Figo se recuperó y el once titular era el de "lujo", por nombre y renombre. Salía, viendo la formación rival, ya del vestuario con mucho ganado. Así, más que el rival, la preocupación para el técnico madridista, Mariano García Remón, pasaba por evitar que sus jugadores se dejasen despistar o desconcentrar por la soledad de las gradas, y que no menospreciasen lo que tenían enfrente.

Ronaldo se vio pronto que salió con ganas de tomarse su revancha y, tras fallar por poco un remate de cabeza (m.2), anotó el 0-1 (m.9) en una jugada a "lo Ronaldo": pared con Zidane, controla y se va con rapidez, encara a Pelizzoli y le bate de suave disparo cruzado. Las cosas se le ponían muy favorables al Real Madrid, al que antes parecía costarle romper la "soledad del estadio" ante un Roma con defensa adelantada y que gozó de tres saques de esquina en apenas cinco minutos de juego merced a las subidas de Candela. Los minutos finales del primer tiempo fueron algo angustiosos para un Real Madrid descentrado y que vio cómo Casillas metió providencialmente los puños a un zambombazo del argentino Cufré.

En la segunda mitad salió el Real Madrid algo más espabilado y serio. Y Ronaldo pronto pudo anotar su segundo tanto (m.50), pero paró Pelizzoli. Poco importó pues estaba claro que la de hoy era la noche de Ronaldo. Lo remarcó en el minuto 60, con todo un jugadón digno del calificativo de "Fenómeno": coge la pelota a medio campo, se enfrente a toda la defensa local, les regatea y obliga a que Dellas le derribe dentro del área. La pena máxima es ejecutada por Figo (m.60), que se saca también la espina del error cometido ante el Bayer Leverkusen desde el punto de penalti.

 Todo parecía ya sentenciado, pues el Roma, pese a seguir poniendo ganas, evidenciaba en exceso la falta de la magia de Totti y de Cassano. Pese a ello, un nuevo sueño madridista, dio vida al equipo romano: paradón de Casillas (m.78), a saque de falta de Mancini que toca en Zidane, y gol anulado a Corvia (m.80) por claro fuera de juego. Los avisos espabilaron al Real Madrid, que amplió su ventaja tras un excelente control y disparo de Figo (m.82). Poco después, el portugués era sustituido, como también Ronaldo, que recibió los aplausos del centenar de integrantes de la comitiva madridista.
Se repetía el 0-3 del año 2002, su tercer triunfo en otras tantas visitas al Roma. Pero, sobretodo, el Real Madrid se metía en los octavos de final.