El pasado miércoles, Somalia debía presentarse en el Botafogo para iniciar los entrenamientos tras un período de vacaciones, pero el jugador no apareció por las instalaciones y se presentó a la policía para denunciar que había sido víctima de un secuestro "relámpago".
Según Somalia, durante la madrugada del miércoles su automóvil fue cercado por unos delincuentes, que le retuvieron durante algún tiempo y le obligaron a entregar diversos objetos personales, como un reloj y algunas joyas.
El medio centro presentó la denuncia ante la policía y con eso justificó su ausencia en el primer entrenamiento del Botafogo en esta temporada.
Sin embargo, la policía de Río de Janeiro ha afirmado que todo era "mentira" y acusó al jugador de haber "forjado" el secuestro.
La comisaria Juliana Domingues ha asegurado que las cámaras del circuito de seguridad interna del edificio donde vive el jugador demuestran que éste portaba los objetos que supuestamente le fueron sustraídos cuando llegó a su casa, y que ya no los llevaba encima cuando salió para dirigirse a la policía a presentar la denuncia.
Domingues ha afirmado que Somalia será convocado a prestar declaración y que, si se comprueba la falsedad de su denuncia, será procesado y puede ser condenado a seis meses de prisión.