L D (Agencias) "Todo es posible todavía. Es una cuestión de un minuto. Tengo grandes esperanzas en invertir la tendencia y desplazar a Lance del liderato. Estoy convencido de que un minuto no es nada definitivo. Como los días anteriores, Armstrong deberá probar hasta París que es el mejor", ha dicho Ullrich en unas declaraciones que recoge Europa Press.
El ganador del Tour´97 reconoce que su rendimiento en la ronda gala, en su regreso, está superando en mucho sus previsiones cuando se preparó para afrontar la carrera: "Es un sueño estar de vuelta a este nivel cuando había venido al Tour con el único objetivo de recuperarme. Mi posición es privilegiada. Y no voy a pararme aquí. Lance me aventaja en segundos y no en minutos como lo había imaginado".
El germano ha indicado que no le sorprendió el ataque de Lance Armstrong cuando se reincorporó al grupo después de esperar al americano tras su caída subiendo Luz-Ardiden. "Recibí muchas llamadas telefónicas de gente extrañada por no atacar. Pero, a riesgo de decepcionarlos, encuentro que mi actitud se inscribe en la más pura de las lógicas deportivas", comentaba al respecto, añadiendo que lo que no es nada deportivo fue el gesto del español Iban Mayo (Euskaltel-Euskadi) de esprintarle por las bonificaciones en la meta "cuando no había dado un golpe de pedal hasta allí".
Jan Ullrich admite que en el primer día de los Pirineos lo pasó mal debido a "unos problemas gástricos acompañados de fiebre" que le hicieron incluso pensar en la retirada. Reconoce que el nacimiento de su hijo ha sido clave en su recuperación y manifiesta que "sería increíble" repetir el final de 1989, cuando Laurent Fignon y Greg Lemond se jugaron el triunfo en la última contrarreloj, aunque indicó que "hay que ser realista". "Un hombre como Alexandre Vinokourov todavía puede atacar", concluyó.
El ganador del Tour´97 reconoce que su rendimiento en la ronda gala, en su regreso, está superando en mucho sus previsiones cuando se preparó para afrontar la carrera: "Es un sueño estar de vuelta a este nivel cuando había venido al Tour con el único objetivo de recuperarme. Mi posición es privilegiada. Y no voy a pararme aquí. Lance me aventaja en segundos y no en minutos como lo había imaginado".
El germano ha indicado que no le sorprendió el ataque de Lance Armstrong cuando se reincorporó al grupo después de esperar al americano tras su caída subiendo Luz-Ardiden. "Recibí muchas llamadas telefónicas de gente extrañada por no atacar. Pero, a riesgo de decepcionarlos, encuentro que mi actitud se inscribe en la más pura de las lógicas deportivas", comentaba al respecto, añadiendo que lo que no es nada deportivo fue el gesto del español Iban Mayo (Euskaltel-Euskadi) de esprintarle por las bonificaciones en la meta "cuando no había dado un golpe de pedal hasta allí".
Jan Ullrich admite que en el primer día de los Pirineos lo pasó mal debido a "unos problemas gástricos acompañados de fiebre" que le hicieron incluso pensar en la retirada. Reconoce que el nacimiento de su hijo ha sido clave en su recuperación y manifiesta que "sería increíble" repetir el final de 1989, cuando Laurent Fignon y Greg Lemond se jugaron el triunfo en la última contrarreloj, aunque indicó que "hay que ser realista". "Un hombre como Alexandre Vinokourov todavía puede atacar", concluyó.